Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
27 de enero, 2011
El que ya está de regreso a la vida pública es el combativo Higinio Ibarra Murillo, promotor incansable del Centro Histórico. Durante el trienio anterior, Higinio fue obligado al destierro. Quien gobernaba Nuevo Laredo no lo quería y así se lo hizo saber.
Qué bueno que este de regreso. Hoy que el Centro Histórico comercialmente está muerto, hacen falta comerciantes como Higinio para reactivarlo. Y no un simple Higinio, muchos Higinios.
Al Centro Histórico lo dejaron morir. El turismo estadounidense dejo de venir por varias razones, como la crisis económica en Estados Unidos, la limpieza ineficiente en ese sector, pero sobre todo por la inseguridad pública y frente a ese problema todos cedieron, todos se rindieron: desde comerciantes, autoridades, cuerpos policiacos, el mismo público que ya no quiso exponerse a ser víctima de la delincuencia.
No sabemos si algún día regrese el turismo estadounidense, ese que años atrás, venía todos los días a consultar a los médicos generales y especialistas, a consumir en restaurantes y bares, a surtir la despensa, a comprar artesanías y dulces típicos, a comprar medicamentos, a divertirse en los antros. Cada día venían cientos y hasta miles de ellos y en promedio gastaban alrededor de 40 dólares. ¿Regresarán algún día? No lo sabemos, pero esperemos que sí. Mientras eso ocurre, se debe regresar la tranquilidad al sector centro para que sea zona segura para residentes y visitantes. Cualquier ciudadano debe transitar por las calles del centro con la tranquilidad de que no será molestado.
Desafortunadamente, cuando cae la noche en el centro histórico hay cuadras, como la Matamoros y la Morelos, desde Beldén a 15 de junio, que están obscuras y no hay vigilancia. O la Bravo, de Matamoros a Leandro Valle, con excepción de la cuadra frente al Seguro Social. O la Galeana, desde la Beldén a la 15 de Junio y así podemos citar muchos otros tramos que son cueva de lobos. Y es que la sola obscuridad incomoda y asusta a más de uno que se imagina que en cualquier momento surgirá algún delincuente dispuesto a dejarlo limpio.
Hay cuadras donde abundan las cantinas y no dudamos que la mayoría de los borrachos sean decentes con las familias que pasen caminando por ahí, pero más seguras se sentirían estas, si esas cuadras estuvieran resguardadas por policías y personal de seguridad de los propios negocios
Hace muchos años conocimos la Calle 6, en Austin, que está llena de antros y cantinas y a pesar de ello, las familias caminan seguras por sus banquetas, con la seguridad de que nadie los molestara. Algo similar pasaba, hasta hace poco, en el centro histórico de Monterrey, también repleto de bares y cantinas y a pesar de eso, las familias se sentían seguras. Pero también es necesario diversificar la oferta comercial para que en el sector lo mismo se pueda ir a un restaurante, que a disfrutar de una nieve, de golosinas, a comprar alguna revista.
Algo tienen que hacer los comerciantes del centro para reactivar su fuente de ingresos, para lo cual requieren del apoyo del gobierno, pero las decisiones y la iniciativa deben tomarla ellos. Por lo pronto el alcalde Benjamín Galván se reunió con ellos y los escucho y el próximo 1 de febrero volverán a reencontrarse para plantearles propuestas concretas que a ayuden a reactivar a ese sector, con lo cual todos, absolutamente todos saldrán beneficiados.