Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
19 de febrero, 2011
Más que un decreto para deducir de impuestos el pago de las colegiaturas de las escuelas privadas en nuestro país hasta el nivel medio superior, el Gobierno Federal debe dar por terminado el aumento mensual a la gasolina.
Así lo comentó el vicepresidente de la Liga de Economistas Revolucionarios Jorge Lera Mejía, quién destacó que aún y cuando siempre será una buena noticia el hacer deducible o rebajar los impuestos, para verdaderamente apoyar la economía familiar, se debe de implementar otras acciones como el ponerle un alto a los conocidos “gasolinazos”.
“La parte que me sigue haciendo mucho ruido es que se necesita que se deje de incrementar el precio del combustible, eso si sería una medida de impacto social en el corto plazo; si el presidente nos va a empezar a dar noticias electoreras, que están sean buenas”.
Abundó que “no es que el precio de la gasolina impacte solamente a los ricos o a la gente media que utiliza un vehículo, sino que este tipo de aumentos cada 30 días es un impuesto de una tarifa pública altamente inflacionaria que repercute en el valor final de una inmensa gama de productos, desde la canasta básica, el transporte público y privado así como el de carga, la vestimenta, la energía eléctrica, entre otros”.
Jorge Lera Mejía dijo que el decreto de Felipe Calderón Hinojosa, de deducir impuestos a las colegiaturas que paguen los padres que manden a sus hijos a escuelas particulares hasta el nivel medio superior, se quedó corta.
“Para empezar es una propuesta que hizo hace tres años el Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), así que de entrada la idea no fue del presidente de la República; en segundo lugar, queremos saber porque no se amplió este beneficio para las universidades de paga, lo cual podría haber ayudado a miles de personas”, mencionó.
Finalmente, el presidente de la Liga de Economistas Revolucionarios, dijo que no por el hecho de querer apoyar a la educación privada, se vaya a descuidar la obligación del Estado de garantizar una enseñanza obligatoria, gratuita y laica.