Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
21 de febrero, 2011
Todos los sectores de la sociedad deben de orar constantemente para que las plegarias por la paz y tranquilidad en nuestra ciudad, Tamaulipas y México, puedan ser efectivas, aseguró el Obispo de la Diócesis de Victoria, Antonio González Sánchez.
Dijo que no se puede culpar en especial a un cierto grupo de personas por el nivel de violencia que se registra a nivel nacional y local en días recientes, aunque lamentó que prevalezca este clima en algunas regiones de nuestro país.
“Definitivamente tenemos que incrementar e implementar más la oración a todos los niveles, niños jóvenes y adultos, dios quiere esto, y tenemos que aclarar que lo que está pasando no es voluntad del señor, pero nos hace falta orar con mas insistencia y con más fe”.
Abundó que “La petición de Jesús en el Evangelio dice que hay que aprender a orar por los enemigos, por lo que nos hacen mal para que también ellos sean hijos de Dios, en igual proporción debemos pedir por nuestros gobernantes”.
Antonio González Sánchez puso como ejemplo que la oración no es como una máquina de refrescos a la que se le puede introducir una moneda y obtendremos una bebida, “nuestras peticiones requieren constancia fe y firmeza, Dios nos va a hacer caso pero quiere que insistamos”.
Mencionó que el ser humano, desde su nacimiento, tiene una semilla de egoísmo y maldad dentro de si, aunque a algunos seres se les desarrolla más estas características, lo que hace que se presenten situaciones como las que se viven actualmente-
En cuanto al anuncio que hiciera el presidente Felipe Calderón en Reynosa, sobre el envío de cuatro batallones de militares a Tamaulipas en los próximos días, el Obispo de la Diócesis de Victoria, mencionó que los gobernantes están en su derecho de tomar las acciones que ellos crean, les ayudarán a llevar a cabo su trabajo de una mejor manera.
Finalmente, Antonio Gonzáles Sánchez le pidió a la población en la medida de lo posible, a llevar a cabo sus actividades diarias de la manera más normal posible, tomando las precauciones de seguridad necesarias.
“He venido diciendo no se vale que nos quedemos prisioneros de estas personas, claro, debemos de que tener cuidado, ocuparnos por nuestra integridad, no estar en el lugar impropio a hora impropia, pero también debemos hacer nuestra vida lo más normal posible, no encerrarnos, encomendarnos a Dios”, puntualizó.