Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
25 de febrero, 2011
Es incongruente que una asociación civil exija el apoyo del gobierno para su operación y que además lo haga en un tono tal que pareciera que sí no se les apoya, el mundo se va acabar. Entonces que se llamen “agrupaciones gubernamentales” y que el gobierno les imponga presidente, personal y objetivos, y, sobre todo, transparencia en el manejo de los recursos.
En el trienio pasado surgió la agrupación Esfera Ciudadana bajo la presidencia de Martha Luján y muy pronto se privatizó la participación ciudadana en las acciones del gobierno municipal. Se cometieron serios abusos al amparo del poder, al grado de que en alguna junta de cabildo la señora Luján quiso intervenir, sin respetar el protocolo, para enfrentarse con el regidor Jorge Valdez Vargas que reprochó la forma poco transparente en que se manejaba la señora Luján, que junto con su marido, Rafael Maldonado, cobraban generosos salarios. El entonces alcalde no hacía nada para frenarla, hasta que Valdez Vargas exigió la aplicación del reglamento y entonces si se freno a la señora Luján.
Algo debe haber de cierto sobre los ingresos millonarios que tenía, pues nos informan que todavía hasta ayer en la mañana, quienes consultaban el perfil público que la propia Martha Luján subió a su página de facebook etiquetó fotos de sus viajes por New York, Las Vegas, Suiza y algunos otros países europeos. Seguramente alertada de que su conducta estaba siendo cuestionada públicamente y que quién la apoyo hasta hace dos meses, ya no puede defenderla, optó por retirar las fotos.
A mediados del 2009, la señora Luján enardeció luego de que el periódico El Norte publicó una investigación en la que denunciaba que algunas de las asociaciones civiles que recibían recursos del gobierno municipal no existían y que reportaron domicilios inexistentes.
En ese tiempo, con biombo y platillo, se anunciaba la inversión conjunta del gobierno municipal y asociaciones civiles en proyectos en los que el primero aportaba cinco sextas partes y el resto la agrupación, lo que obviamente restaba confiabilidad y seriedad.
El papel de las asociaciones civiles se perdió, dejaron de ser serias y además, se prestaron al juego siniestro del “gobierno ciudadano”, como si hubiera gobiernos de monos, de robots y de computadoras. Fue en realidad una red de complicidades. Tanto erraron el camino que los ciudadanos reales, esos que no tienen partido porque no quieren pertenecer a ninguno, a los que no los obsesiona ni el poder ni el dinero, optaron por no participar en los asuntos de gobierno. ¿Para qué, si solo se tomaba en cuenta a los aceptaban actuar bajo las directrices del pomposo Consejo Ciudadano Municipal y de la propia Esfera Ciudadana?
Ahora que Televisa paso varios reportajes sobre Las Patronas, mujeres humildes que todos los días preparan arroz y frijol para regalárselos a los migrantes que viajan en los trenes cargueros, para lo cual se los tienen que arrojar a los vagones, con el riesgo de tener algún accidente, ahí si se nos enchino la piel y hasta apunto estuvimos de soltar algunas lágrimas de emoción. Y es que estas mujeres son muy pobres, pero lo poco que tienen lo comparten, con otros igual de fregados que ellas. Y no andan lloriquendo, esperando ayuda del gobierno o de particulares. Si existiera el Paraíso, estas mujeres ya tienen un lugar seguro, aunque no tengan una sociedad civil con que protegerse.