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Opus IV Distrito

Fernando Acuña

13 de marzo, 2011

          Cuando  nosotros llegamos, con el sol a cuestas,  a la región semiárida, la obra cósmica  de las alturas montañosas,  y  su  fiesta  de riscos imponentes y acantilados,  ya  nos había impuesto  la admiración y el silencio, como premisa. La cordillera tiene su propia  orquesta de rocas gigantescas. Las flautas, los  violonchelos y los violines, parecen coincidir con el concierto de formas, que se elevan al infinito. La naturaleza y su orfebrería de silencios, siguen siendo barrocos.

    Por eso cuando entramos a la estrecha nave de la iglesia en Palmillas, y comulgamos en el placer auditivo de las danzas  francesas  del  Siglo XVII, no pude evitar la tentación de narrarles primero,  el Opus que atraviesa, como un eje de oberturas espinosas  la piel milenaria de sus veredas y de sus pueblos.

“Our Lady, Of Nows”, se lee en el arco  de la entrada a la parroquia  de Nuestra  Señora  de las Nieves. En el interior  de la iglesia, se encuentra  el más bello e impresionante retablo de nuestro estado. La  madona  protectora, carga a un niño, rodeada por un marco de ornamentos, donde destaca  su recargada  imaginería, característica del arte sacro,  en la época virreinal.

  Llegamos   casi a la una de la tarde a Palmillas. Sus calles perfectamente trazadas, hablan de cierto esplendor perdido. Por aquí, por estas calles, que se parecen a  la “Luvina”  de Juan Rulfo, pasaron con sus vientos sociales la Independencia y la Revolución. Pero casi no hubo cambios. Solo las viejas paredes, permanecen como  ruinosos papiros, donde se puede leer  a ciegas la soledad.

 La cabecera  cuenta con  una población  aproximada de mil 600 habitantes, y unas  350 familias.

     A  la  hora  en que arribamos, apretaba el hambre. Comimos en la casa de  una buena señora que nos ofreció su hospitalidad y sus alimentos. Éramos casi como diez personas. Nos ofreció lo que tenía que nos supo a gloria: huevitos con tomate, chorizo, y unos tamales refrigerados  que no opusieron resistencia a nuestra invasión. Semillas de calabaza como  postre. Le dejamos  600 pesos. 

   A  las tres  de la tarde llegó el gobernador. Lo acompañaba su esposa María  del Pilar González de Torre, su hermana y  su padre, el doctor Egidio Torre  López. Fueron  bien recibidos por el alcalde Jorge Luis Monita Silva y la población reunida  en la pequeña plaza.   Egidio invitó a la ciudadanía  a compartir,  lo que  constituía el arranque del  Festival del Altiplano Tamaulipeco. Inauguró  la muestra artesanal Regalos  del Mar. Y  la exposición  fotográfica Guerrero  Viejo.

Junto con el mandatario, estuvo la responsable de  la política cultural Libertad García Cabriales.  Minutos antes,  Liby  se había reunido con algunos columnistas  y reporteros  invitados  para destacar algunas de las expresiones  artísticas  más relevantes de la región:

  Entre ellas,  el origen de la vestimenta típica del estado, en Tula; la historia secular de la iglesia en Palmillas, y la tradición  y costumbres, heredadas por el pueblo Janambre en Jaumave.

  El  Festival del Altiplano se inició con la música clásica de  la  Camerata Santiago de Querétaro. Las muestras de cine en el Festival, incluyen producciones  de  Hayao Miyazaki, creador  de películas de dibujos animados, como “El Viaje de Chihiro”  y otras  expresiones  del  cine de animación.  También  se  compartirán filmes  de  Kim Ki  Duk,  el  director  de cine surcoreano  más  prestigiado. Proviene de una familia de clase obrera. De éste cineasta  se proyectara la película, Las  Estaciones  de la Vida. Y finalmente, el festival en su versión  del séptimo arte,  cerrará con el broche dorado  del  gran  director  japonés  Akira  Kurosawa. Es considerado   entre  los más célebres  directores de cine de su país.

  Otras de las  expresiones  artísticas   que  se  estarán  presentando  del 12 al 189 de marzo en  los municipios  del llamado IV  Distrito,  es el  Consort de Flautas de Pico de la Escuela  Nacional de Música de la  UNAM. El Quinteto de Metales M-5  y el  guitarrista Pablo Garibay, asi  como el Quinteto Biyaa.

    La  titular  del  Instituto  de Cultura, Liby García Cabriales  señaló que  el gobernador  Egidio Torre,  ha decidido que,   hasta en las comunidades más apartadas,  el pueblo tamaulipeco  disfrute y comparta  este  tipo de expresiones  artísticas, con lo cual  se busca  rendir homenaje  a los pueblos fundacionales  del Tamaulipas moderno.

-----PALMILLAS Y SU GASTRONOMIA. DE TODO PROBÓ EGIDIO--------

Palmillas fue fundado  por el fraile franciscano  Juan  Bautista  de Mollinero, en 1627.  En  la actualidad   sus pobladores  cosechan maíz  y frijol,  cuando las  escasas lluvias lo permiten. La gente de estos lugares  es respetuosa, pero  cautelosos por naturaleza. Visten de manera sencilla. La mayor parte de  los jóvenes, se han ido de braceros.

      Una  de las  expresiones  gastronómicas de la región es el atole de maíz de teja: una bebida espesa de color oscuro, así como el aguamiel  que se extrae  de los magueyes. De todo esto probó el gobernador, incluyendo  unas tortillas  hechas  a mano, a base  de metate.

    Una  señora restregaba  un mortero de piedra  sobre  la masa, y sacaba de manera  magistral  los llamados  teztales,   que no son otra  cosa que las porciones de lo que después  es  nuestro  nutritivo disco redondo y blanco. Este es el Tamaulipas del origen. El ombligo ancestral, no exento de magia y de tradiciones.   

-----LA  FOTO CON EL GOBERNADOR--------

   Los  columnistas  Juan Antonio Montoya, Ines  Figueroa,  Arnoldo  García  y el autor de estos comentarios,  fuimos invitados  por  el titular de Comunicación  Social, Guillermo Martínez  para   intercambiar  algunas opiniones con  el  gobernador. Era ya hacia el atardecer. Egidio nos dijo que estaba satisfecho de atender el tema de  la cultura en los lugares más apartados del estado. Se le veía contento de los  resultados obtenidos hasta ahora  por su administración.

  Ya  para  despedirnos,  nos tomamos la foto  con el mandatario estatal. Habíamos coincidido  en aquel espacio  de la  política  pública, con éste hombre  que proyecta fortaleza en su semblante.

  Junto con  el deseo de que tuviésemos un buen viaje de regreso,  hubo  una amigable recomendación:

----¡Pórtense bien!

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