Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
13 de marzo, 2011
Cuando nosotros llegamos, con el sol a cuestas, a la región semiárida, la obra cósmica de las alturas montañosas, y su fiesta de riscos imponentes y acantilados, ya nos había impuesto la admiración y el silencio, como premisa. La cordillera tiene su propia orquesta de rocas gigantescas. Las flautas, los violonchelos y los violines, parecen coincidir con el concierto de formas, que se elevan al infinito. La naturaleza y su orfebrería de silencios, siguen siendo barrocos.
Por eso cuando entramos a la estrecha nave de la iglesia en Palmillas, y comulgamos en el placer auditivo de las danzas francesas del Siglo XVII, no pude evitar la tentación de narrarles primero, el Opus que atraviesa, como un eje de oberturas espinosas la piel milenaria de sus veredas y de sus pueblos.
“Our Lady, Of Nows”, se lee en el arco de la entrada a la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves. En el interior de la iglesia, se encuentra el más bello e impresionante retablo de nuestro estado. La madona protectora, carga a un niño, rodeada por un marco de ornamentos, donde destaca su recargada imaginería, característica del arte sacro, en la época virreinal.
Llegamos casi a la una de la tarde a Palmillas. Sus calles perfectamente trazadas, hablan de cierto esplendor perdido. Por aquí, por estas calles, que se parecen a la “Luvina” de Juan Rulfo, pasaron con sus vientos sociales la Independencia y la Revolución. Pero casi no hubo cambios. Solo las viejas paredes, permanecen como ruinosos papiros, donde se puede leer a ciegas la soledad.
La cabecera cuenta con una población aproximada de mil 600 habitantes, y unas 350 familias.
A la hora en que arribamos, apretaba el hambre. Comimos en la casa de una buena señora que nos ofreció su hospitalidad y sus alimentos. Éramos casi como diez personas. Nos ofreció lo que tenía que nos supo a gloria: huevitos con tomate, chorizo, y unos tamales refrigerados que no opusieron resistencia a nuestra invasión. Semillas de calabaza como postre. Le dejamos 600 pesos.
A las tres de la tarde llegó el gobernador. Lo acompañaba su esposa María del Pilar González de Torre, su hermana y su padre, el doctor Egidio Torre López. Fueron bien recibidos por el alcalde Jorge Luis Monita Silva y la población reunida en la pequeña plaza. Egidio invitó a la ciudadanía a compartir, lo que constituía el arranque del Festival del Altiplano Tamaulipeco. Inauguró la muestra artesanal Regalos del Mar. Y la exposición fotográfica Guerrero Viejo.
Junto con el mandatario, estuvo la responsable de la política cultural Libertad García Cabriales. Minutos antes, Liby se había reunido con algunos columnistas y reporteros invitados para destacar algunas de las expresiones artísticas más relevantes de la región:
Entre ellas, el origen de la vestimenta típica del estado, en Tula; la historia secular de la iglesia en Palmillas, y la tradición y costumbres, heredadas por el pueblo Janambre en Jaumave.
El Festival del Altiplano se inició con la música clásica de la Camerata Santiago de Querétaro. Las muestras de cine en el Festival, incluyen producciones de Hayao Miyazaki, creador de películas de dibujos animados, como “El Viaje de Chihiro” y otras expresiones del cine de animación. También se compartirán filmes de Kim Ki Duk, el director de cine surcoreano más prestigiado. Proviene de una familia de clase obrera. De éste cineasta se proyectara la película, Las Estaciones de la Vida. Y finalmente, el festival en su versión del séptimo arte, cerrará con el broche dorado del gran director japonés Akira Kurosawa. Es considerado entre los más célebres directores de cine de su país.
Otras de las expresiones artísticas que se estarán presentando del 12 al 189 de marzo en los municipios del llamado IV Distrito, es el Consort de Flautas de Pico de la Escuela Nacional de Música de la UNAM. El Quinteto de Metales M-5 y el guitarrista Pablo Garibay, asi como el Quinteto Biyaa.
La titular del Instituto de Cultura, Liby García Cabriales señaló que el gobernador Egidio Torre, ha decidido que, hasta en las comunidades más apartadas, el pueblo tamaulipeco disfrute y comparta este tipo de expresiones artísticas, con lo cual se busca rendir homenaje a los pueblos fundacionales del Tamaulipas moderno.
-----PALMILLAS Y SU GASTRONOMIA. DE TODO PROBÓ EGIDIO--------
Palmillas fue fundado por el fraile franciscano Juan Bautista de Mollinero, en 1627. En la actualidad sus pobladores cosechan maíz y frijol, cuando las escasas lluvias lo permiten. La gente de estos lugares es respetuosa, pero cautelosos por naturaleza. Visten de manera sencilla. La mayor parte de los jóvenes, se han ido de braceros.
Una de las expresiones gastronómicas de la región es el atole de maíz de teja: una bebida espesa de color oscuro, así como el aguamiel que se extrae de los magueyes. De todo esto probó el gobernador, incluyendo unas tortillas hechas a mano, a base de metate.
Una señora restregaba un mortero de piedra sobre la masa, y sacaba de manera magistral los llamados teztales, que no son otra cosa que las porciones de lo que después es nuestro nutritivo disco redondo y blanco. Este es el Tamaulipas del origen. El ombligo ancestral, no exento de magia y de tradiciones.
-----LA FOTO CON EL GOBERNADOR--------
Los columnistas Juan Antonio Montoya, Ines Figueroa, Arnoldo García y el autor de estos comentarios, fuimos invitados por el titular de Comunicación Social, Guillermo Martínez para intercambiar algunas opiniones con el gobernador. Era ya hacia el atardecer. Egidio nos dijo que estaba satisfecho de atender el tema de la cultura en los lugares más apartados del estado. Se le veía contento de los resultados obtenidos hasta ahora por su administración.
Ya para despedirnos, nos tomamos la foto con el mandatario estatal. Habíamos coincidido en aquel espacio de la política pública, con éste hombre que proyecta fortaleza en su semblante.
Junto con el deseo de que tuviésemos un buen viaje de regreso, hubo una amigable recomendación:
----¡Pórtense bien!