Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
5 de mayo, 2011
Alrededor de 150 jóvenes que cumplen con su Servicio Militar Mexicano, participaron ayer en la ceremonia por el 159 aniversario de la batalla de Puebla, realizada en el parque Morelos.
A diferencia de lo que paso el 24 de febrero, cuando no hubo bandera en el asta monumental de 103 metros de alto, ahora si hubo, aunque no la macro bandera de 45 X 30 metros, sino una de menos dimensiones. Eso sí se veía muy bonita, con los colores brillantes, como nuevecita.
El general César de la Sancho Villa, comandante de la Guarnición de la Plaza, encabezó la ceremonia, junto con el presidente municipal, Benjamín Galván Gómez. También estuvo la diputada federal Cristabell Zamora Cabrera.
En uno de los costados, se instalaron cuatro tanquetas, además de otros dos vehículos militares, uno de ellos una ambulancia, lo que vistió el evento. También participaron varias docenas de militares.
Pudimos escuchar a algunos ciudadanos alabando la disciplina y comportamiento de los soldados, debidamente uniformados y provistos de su armamento que a pesar de que es muy pesado, ellos se mueven con ligereza, como resultado del entrenamiento a que se les somete. Igual de meritorio es el comportamiento de los jóvenes clase 1992, remisos y anticipados, que sin ser soldados, atienden las reglas disciplinarias que se les imponen y ahí están de pie, por espacio de varias horas, pues llegaron desde las siete de la mañana y el evento terminó pasaditas de las diez.
El maestro de ceremonias, un militar, inicio su presentación con el conocido telegrama que el general Ignacio Zaragoza dirigió al Presidente Benito Juárez García para informarle del triunfo obtenido: “Las armas se han cubierto de gloria..”
La batalla de Puebla, “es una de las pocas ganadas con gloria”, dice el historiador José Antonio Crespo y recuerda que semanas antes de esta batalla, el general Charles Ferdinand de Laurencez le escribió a su ministro de guerra; “Somos tan superiores a los mexicanos, por la raza, la organización, la disciplina la moral y la elevación de los sentimientos, que ruego a su excelencia tenga la bondad de informar al emperador, que a la cabeza de 6000 soldados, ya soy el amo de México”. Toda esa soberbia sería echada al carajo el 5 de mayo de 1962.
Un año y 12 días después, los franceses volvieron a batirse con los mexicanos en Puebla y, ahora sí, nos dieron hasta la cubeta, pero esa es otra historia y esta no es una columna para repasar la historia.
Por cierto que durante el evento, por lo menos cuatro regidores del PAN, Marftha Chavira, Enrique Rivas, Gerardo Madrazo y Adán de Hoyos se retrataron con el alcalde Benjamín Galván, como si nada hubiera pasado y como si sus críticas a la administración del lunes último, fuera cosa olvidada. Estaban tan sonrientes que pareciera que nunca dijeron lo que dijeron, cuando exigieron que se realice una junta de cabildo.
En medio de todo eso, uno se pregunta si ahora que haya junta de cabildo, los panistas ahora si van a desquitar su trabajo y van a presentar propuestas para transformar a Nuevo Laredo.
No esperamos algo fuera de otro mundo, pues ya conocemos sus capacidades y sus limitaciones , pero por lo menos que muestren intenciones de trabajar en bien de la ciudad y que dejen de ser convidados de palo, como lo han sido en las juntas de cabildo que se han realizado hasta el momento.
Por último, los masones celebraron ayer el 102 aniversario de su presencia en Nuevo Laredo con un discurso a cargo del doctor Luis Onofre Hernández Madrigal frente al monumento a Benito Juárez.