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Mucho ruido

Raúl HERNANDEZ

26 de mayo, 2011

En unos días más, Jorge Isaac López González tomará protesta como  regidor, en sustitución de Perla Karina  López Reyes, su hija. Va ser un  cambio que va a meter  mucho ruido entre la sociedad, porque  habrá quienes lo vean mal,  pero en cambio recibirá la aceptación de los priistas, no solo de la cúpula, sino  hasta de los militantes más modestos, esos que representan al partido en las casillas,  en las campañas participan   pegando calcamonías o realizan actividades menores.

Y es que nadie discute que desde hace algunos años Jorge Isaac es uno de los  mejores operadores políticos del PRI y que desde hace varios años  debió ser regidor.  No solo ha representado al PRI ante los órganos electorales, también ha trabajado en el territorio, estableciendo las estrategias para  multiplicar el voto y en varias ocasiones estuvo incluido en las ternas de candidatos a regidores, pero días antes del registro de la planilla se le hizo a un lado.

El año pasado hubo disposición entre la jerarquía priista para apoyarlo y hacerle justicia, pero al final se impuso la fórmula de equidad de género y otros  sectores, grupos y factores de poder lograron que se les permitiera imponer candidatos hombres. En cambio, a Jorge Isaac se le  ofreció la disyuntiva de proponer a una mujer como candidata  y él ir como suplente, y una vez elección, la propietaria renunciaría y él entraría en su lugar. Fue así como propuso de candidata a su propia hija, entonces de 18 años de edad, y que apenas estaba terminando la preparatoria.

Fue una jugada muy clara desde un principio, y no hubo priista que protestara, porque si bien es cierto que Perla Karina llegaba sin tener una trayectoria partidista propia que la respaldara, en cambio si tenía  atrás a su propio padre, con una trayectoria limpia como operador  en el PRI y como  funcionario público.

Además se trata de una jugada en la que todos ganan. El cabildo tendrá un buen operador dentro y Perla Karina podrá continuar sus estudios truncos que mucha falta le harán en el largo camino de la vida que aún le falta recorrer.

Por encima de las críticas que este cambio pueda  generar, este es un asunto que debe mover a la reflexión al propio PRI. En las tres últimas elecciones, el PRI ha impuesto la fórmula de la equidad de género a la hora de integrar sus planillas de candidatos a regidores y esto ha sido en detrimento de los varones, algunos de los cuales  han tenido que esperar  varias elecciones para poder ser candidatos. Sin ir más lejos, a Alvaro Fernández Palomares se le ha dejado fuera en las tres últimas elecciones  por no ser mujer.

De las l ocho mujeres que llegan ,  entre 5 y 6 de ellas llegan sin  más mérito que el ser mujeres, pues ni tienen  capacidad intelectual, ni militancia partidista. La mayoría de las veces, las regidoras son meras gestoras sociales, pero gestoras carísimas, cuando  el trabajo que ellas hacen lo puede hacer un  gestor  con un sueldo de entre 4 a 5 mil pesos mensuales.

Lo más grave es que en otras ocasiones el PRI ha respaldado a regidoras que ni siquiera saben escribir y eso sería lo de menos, si al menos fueran listas o tuvieran sentido común, o que tuvieran ganas de trabajar, pero ni son listas, ni tienen  sentido común, ni ganas de trabajar y en cambio si son tremendamente cínicas, al grado de que dan pena ajena.

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