Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
1 de julio, 2011
Uno de cada 12 ciudadanos inscritos en el padrón electoral de Nuevo Laredo tienen credencial con terminación 03. En números redondos, hablamos de 25 mil personas que se encuentran en este tipo de casos. Estos ciudadanos además de que ya no pueden usar su tarjeta como medio de identificación, tampoco podrán votar en las elecciones del 1 de julio de 2012.
Va a ser imposible que estas 25 mil personas renueven su credencial. No lo han hecho en los dos últimos años, a pesar de la intensa campaña de promoción que se realiza a través de la televisión, la radio y la prensa escrita, invitándolos a que la renueven.
El gran problema que le vemos a todo este asunto, es que se puede prestar para los juegos post-electorales, para usarlo como pretexto y justificar una derrota.
En el 2006 fuimos testigos de cómo Andrés Manuel López Obrador justificó su derrota argumentando que había sido víctima de un robo electoral, pero nunca mostró las copias de las actas de escrutinio que avalaran su supuesta victoria en las urnas.
La realidad es que en México a los partidos y a los candidatos no les gusta perder, pero tampoco les gusta reconocer la derrota. Todo mundo suele usar todo tipo de argumentos para justificar su derrota, desde acusar al contrario de la compra de votos, de utilizar recursos públicos, de que el aparato oficial estuvo atrás de la campaña del adversario y mil pretextos más. Pocas veces hemos visto a un candidato perdedor decir: “No nos ganamos la confianza de los electores”.
En todo el país existen alrededor de 5 millones de tarjetas con terminación 03. Muchos de los que las poseen, son mexicanos que radican en el extranjero, lo cual les complica hacer el canje, pero muchos otros radican en el país y no las cambian por esa maldita costumbre que tiene el mexicano de hacer todo cuando los tiempos oficiales se agotan.
Esperemos que quienes se queden sin votar, después no se presten al juego de candidatos perdedores para vender la imagen de que se les bloqueo su voto para favorecer a determinado candidato.
Aquí en Nuevo Laredo, el Registro Federal de Electores cuenta con seis módulos de atención a la ciudadanía e incluso con el servicio de cita telefónica para acortar los tiempos de espera de quienes quieren renovar su tarjeta 03. Hay pues facilidades para el canje, que la gente no quiera hacerlo es otro problema, pero no se vale luego argumentar que no hay facilidades para la renovación.
Por otra parte, que la maestra Elba Esther Gordillo entregue la dirigencia del Partido Nueva Alianza a un ex secretario particular y a su hija, es un asunto de pena ajena para todos: para el gobierno, para los partidos, para los ciudadanos en general. Nada más falta que esta señora lea alguna biografía sobre Caligula para que al rato se decida a comprar un caballo y hacerlo dirigente de Nueva Alianza.
Lo peor es que no hay autoridad que la investigue y le exija dejar de usar como propiedad particular un partido que debiera ser de interés público. Y lo mismo hace con el magisterio. Pareciera dueña del sindicato y de sus agremiados, al menos de la mayoría.