Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
4 de julio, 2011
El PRI arrasó en los Estados de México, Coahuila, Nayarit e Hidalgo y de paso blindó la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto.
Además, las elecciones del domingo 4 enviaron el mensaje al PAN y al PRD de que participando separados, sus posibilidades de triunfo son reducidas.
En el Estado de México, Eruviel Avila se convirtió en el triunfador con el 62 por ciento de los votos emitidos, contra un 21 de Alejandro Encinas y un 12 del panista Luis Felipe Bravo.
A nivel local, el regidor Rafael Tawill anda super contento con la confirmación de esta victoria, pues es amigo personal de Eruviel. Y amigo de a de veras y no de ahorita, sino desde hace algunos años.
En Coahuila, ganó Rubén Moreira Valdes, hermano del anterior gobernador, Humberto Moreira, al obtener el 56 por ciento de los votos, contra un 35 del PAN y el 1 del PRD que pierde su registro como partido estatal y de paso pierde las prerrogativas económicas, lo que es más duro aún.
Por cierto, que en las elecciones de Coahuila anduvo la diputada federal Cristabell Zamora Cabrera, como parte de un programa del PRI nacional para supervisar el desarrollo de la jornada electoral.
La alcaldía de Pachuca, el PRI la ganó con un 47 por ciento, en tanto que la coalición PAN-PRD logró un 44 por ciento y he ahí el mensaje de que para los opositores, l mejor opción es ir en alianza.
En Nayarit el PRI gano con el 47 por ciento, el PAN el 35 y el PRD el 11.
Las elecciones en el Estado de México, mostraron que la soberbia de Andrés Manuel López Obrador influyó en la derrota aplastante que sufrió la oposición. Antes de las elecciones, las encuestas favorecían a una alianza ente el PAN y el PRD, pero luego de que López Obrados desató un operativo anti-alianza, la oposición dejó de ser atractiva. No solo se perdió el Estado de México, sino que además, queda la percepción de que López Obrador se opuso a la alianza PRD-PAN, por razones de muchos pesos.
El PRI tiene muchas razones para estar eufórico, pues no solo gana las tres gubernaturas sino que además, lo hace de manare muy contundente, lo que evita los conflictos postelectorales, a los que son tan afectos los perdedores porque es más fácil echarle la culpa a otros, que reconocer que no se tuvo el carisma suficiente para convencer a los ciudadanos para obtener su voto.
En estas elecciones, seguramente peso el deterioro de la imagen del Presidente Felipe Calderón y la cerrazón con que se le ha visto en las últimas semanas en el tema de la inseguridad pública en el que abiertamente el mismo reconoce que será recordado más por los 40 mil muertos que van en la guerra contra el narco, que por lo que haga en temas como el empleo, la educación o la salud.
Los mexicanos estamos hartos de la delincuencia y las urnas ofrecen la oportunidad de desquitarnos de ese hartazgo.
Ahora vienen las elecciones en Michoacán, en el mes de noviembre. En ese Estado el PAN se la va a jugar con la hermana de Felipe Calderón, Maria Luisa Calderón; el PRD arrastra el desprestigio de su gobernador Leonel Godoy y su ex hermano acusado de narco; y el PRI que esta en medio de dos fuerzas políticas muy poderosas.