Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
22 de julio, 2011
Para que Nuevo Laredo deje de arrojar aguas negras al río Bravo requiere de 45 millones de pesos, necesarios para desconectar drenajes pluviales de sanitarios.
Carlos Montiel Saeb, gerente general de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa), expuso que en estos momentos se descargan en el río 160 litros de agua por segundo, equivalentes al 10 por ciento de toda el agua de desecho.
El otro 90 por ciento se trata en la planta de aguas residuales y se regresa al río en condiciones más limpias que cuando se toman de ahí para potabilizarlos.
El funcionario dijo que la Comapa ya planteó ante la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (Cocef) el proyecto técnico de los recursos que se necesitan para desconectar los drenajes.
Si la Cocef da el visto bueno, el dinero se solicita al Banco para el Desarrollo de Norteamérica.
“Estamos pidiendo 3.8 millones de dólares a crédito perdido, pero en función de los proyectos que presentan las otras ciudades estimamos que nos pueden otorgar a crédito perdido entre el 40 y el 60 por ciento de los recursos. Lo demás se tendrá que gestionar ante el Estado, el Municipio y recursos propios”, apuntó.
Comentó que en los últimos años se han invertido alrededor de mil 100 millones de pesos en mejorar el sistema de tratamiento de las aguas residuales y de esta cantidad alrededor de 80 millones de pesos se han obtenido a fondo perdido, es decir, sin pagarlos.
El entrevistado recordó que hace 15 años todas las aguas residuales desembocaban al río Bravo.
“Hemos mejorado mucho en estos 15 años, pero sabemos que lo ideal es se trate el 100 por ciento de las aguas residuales”, subrayó.