Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
22 de julio, 2011
El Presidente Felipe Calderón reiteró, en una entrevista con el periodista Oscar Mario Beteta que sigue abierta la posibilidad de que en el 2012 el PAN tenga un candidato presidencial ciudadano, comentario con el que descarta a todos los actuales aspirantes que se mencionan en el PAN.
El mensaje parecería tener como principal destinatario al ex rector de la UNAM, el doctor Juan Ramón de la Fuente que goza de enorme prestigio lo mismo en la izquierda que en la derecha, en los círculos empresariales y en los intelectuales, aunque de ahí a que enarbole la bandera del PAN suena complicado.
Ciertamente el propio Juan Ramón de la Fuente no ha cerrado la posibilidad a una eventual candidatura y ha señalado que si la UNAN ya obtuvo un campeonato de futbol, ahora puede tener un presidente de la república.
Con todo y los movimientos que el PAN ha estado haciendo en las últimas semanas para posicionar a sus aspirantes presidenciales, salvo Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel, el resto no pintan y ya se sabe que las querencias del Presidente Calderón se peinan para otros lados, especialmente con el Secretario de Hacienda, Ernesto Cordera, el hombre que meses atrás se aventó la puntada de decir que en México con seis mil pesos mensuales una familia vive bien, o aquella otra desafortunada declaración de que en México no hay crisis. El prospecto del Presidente es Alfonso Lujambio, Secretario de Educación, que al igual que Cordero no prende. Este último no crece ni siquiera con las declinaciones de otros aspirantes que están tan debajo de las preferencias ciudadanas que cuando anuncias que declinan, la gente se pregunta si alguna vez sus aspiraciones fueron en serio, o si se trata de mera chunga.
Y como los prospectos del primer círculo del poder no prenden, es natural que el Presidente Calderón voltee hacia otros rumbos. Al final de su mandato él va querer que su partido siga en los Pinos y que eventualmente pueda darse el caso de que su sucesor pueda darle continuidad a temas en los que los logros no son totales, como el del combate al crimen organizado.
A diferencia de Vicente Fox, Felipe Calderón si es panista, si sabe de política partidista y es natural que quiera que el PAN siga en el poder y si para ello es necesario pactar alianzas con diversos grupos, así lo hará, si estima que eso es lo que más le conviene al partido y al país.
Y mientras que en el PAN los panistas buscan ponerse de acuerdo sobre qué es lo que más les conviene, en el PRI nadie le hace sombra a Enrique Peña Nieto y las más recientes encuestas señalan que si las elecciones fueran hoy el ganaría en casi todo el país, incluyendo el Distrito Federal.
Ciertamente, en el PRI nadie le hace sombra a Peña Nieto, pero ahora está obligado a mantener estas preferencias de aquí al 1 de julio del 2012 y no pelearse con ninguno de los otros prospectos, aunque porcentualmente estén muy por debajo de él. Más que hacer a un lado esos prospectos o ignorarlos, debe incluirlos en su proyecto, para que no se repita lo del 2006 en que Roberto Madrazo se pelo con Elba Esther Gordillo pensando que sus votos no eran necesarios para ganar y le fue como en feria.
El discurso ya trillado de la unidad en el PRI debe reflejarse en la realidad para que el PRI pueda aspirar a recuperar la presidencia de la república en las elecciones del próximo año.