Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
23 de julio, 2011
Aunque ciertamente al diputado local Aurelio Uvalle Gallardo no es afectó a salir en los medios de comunicación, lleva un registro de las instituciones y personas que se le acercan para solicitarle alguna gestión.
Este registro comprende más de 130 gestiones de cierta importancia, pues no incluye gestiones menores como trámites de becas o apoyos en medicamentos que se tramiten ante autoridades y de los cuales son muchísimos.
En la lista incluso se incluyen gestiones a favor de otros diputados que conocen de las buenas relaciones que el diputado Uvalle tiene en la Secretaría de Educación y ante la Sección 30 del SNTE.
Los que conocen al profesor Uvalle saben que no le gusta hacer promoción de las gestiones que realiza a favor de otros, aunque eso se preste a que de pronto surja alguien que cuestione si trabaja o no. Pero bueno, a eso se exponen los personajes públicos.
Y mientras que Uvalle se mantiene retirado de los reflectores, en el medio político abundan a los que no les importa que se les critique de la peor manera, mientras aparezcan en los medios. Es la vieja escuela del espectáculo público en donde no importa que se hable bien o mal, lo que importa que se hable.
Y a propósito de diputados, no deja de ser curioso el hecho de que en estos momentos casi todos los ex diputados federales y locales, están en la banca.
Salvo los casos de Mónica García Velázquez, ex diputada federal que en estos momentos es Secretaria de Gestión Social en el PRI estatal e Imelda Mangin Torre, ex diputada local que es Jefa de la Oficina Fiscal del Estado, todos los demás están fuera de la estructura oficial, dedicados a sus negocios propios o trabajando para otros.
Los ex son un activo político a los cuales en algún momento el PRI tendrá que echar mano de ellos en el proceso electoral del próximo año, para aprovechar su experiencia e incluso su capacidad de obtener apoyos entre grupos de la sociedad. Por supuesto, no todos pueden ser medidos con la misma vara, cada quien tiene un valor distinto.
En otro tema, el Director de Obras Públicas, Luis Martínez Llano, fue muy claro al ser cuestionado de porqué las casas de interés social son muy reducidas: porque eso es lo que puede pagar un asalariado.
No hay que darle vueltas al asunto, usted y yo quisiéramos tener una casa enorme, con un jardín de dos mil metros cuadrados, por lo menos, pero sencillamente lo que ganamos no nos alcanza para ello y al final terminamos por vivir en la casa que nos permiten nuestros ingresos.
De nada serviría en estos momentos aprobar leyes y reglamentos que estipulen que las nuevas casas que se construyan deben tener 200 metros de construcción y estar asentadas en un terreno de mil 200 metros, porque su costo sería enorme y los pagos no los podrían cubrir ni siquiera profesionistas de éxito mediano. Así las casas terminarían abandonadas y ante la imposibilidad de comprarlas la gente terminaría yéndose a vivir a las casas de sus familiares.