Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
24 de agosto, 2011
Hay cambio de planes en la agenda de Manuel López Obrador en su paso por Tamaulipas y esto ya tiene inquietos a los cuerpos de seguridad.
Y es que originalmente estaba proyectado que López Obrador llegase a Nuevo Laredo en las primeras horas de la tarde del sábado 27, que se quedara a dormir aquí y al día siguiente viajase a Reynosa, en automóvil, por el lado americano, por razones de seguridad, pero ahora resulta que su intención es viajar a aquella ciudad tan pronto termine el mitin en Nuevo Laredo, a eso de las seis de la tarde.
El plan de sus operadores es que al cruzar por Miguel Alemán y Camargo, grupos de simpatizantes lo esperen a un lado de la carretera ribereña, que López Obrador se detenga a saludarlos e incluso que les ofrezca un mensaje.
Cuando las autoridades judiciales se enteraron de los planes del tabasqueño se pusieron en contacto con su equipo de logística para preguntarles cuántas patrullas y oficiales necesitan para que le garanticen su seguridad, pero López Obrador mandó decir que no quiere un solo policía como escolta, que no tiene ninguna clase de temores y que el pueblo es su protector.
Que la carretera ribereña es zona de guerra entre grupos del crimen organizado y el gobierno federal, todo mundo lo sabe.
En abril último, un sobrino de la senadora Amira Gómez Tueme cayó abatido a tiros, víctima de un fuego cruzado entre grupos criminales, cuando transitaba por el tramo Guerrero-Mier.
Aquí en Nuevo Laredo, hay muchos casos de hombres y mujeres que viajaron rumbo a Reynosa y ya no regresaron. No se sabe qué fue de ellos, si están secuestrados, si los mataron, ni nada de nada.
El año pasado, el senador panista José Julián Sacramento Palacios fue a hacer campaña a un poblado de la ribereña y el grupo criminal que controlaba la zona le dio permiso. Semanas más adelante quiso volver y ya no lo dejaron ir. No fue la única agresión al PAN. El suplente de la candidata a diputada local, Ileana Medina García, Ilych Francisco Rodríguez Zertuche viajó durante la campaña a Miguel Alemán, por un asunto no relacionado con la campaña, y jamás regreso.
Un año antes, el PAN de Nuevo Laredo desistió de hacer campaña en la ribereña, cuando grupos criminales los abordaron y les advirtieron que no los querían volver a ver.
Las agresiones en la zona ribereña no tienen un tinte partidista, se atenta contra las personas y nada más. La mala suerte persigue a personajes de todos los partidos y los políticos que visitan o viven en alguno de los cinco municipios viajan por el lado americano y siempre de día, porque de esa manera se sienten más seguros.
Si hoy López Obrador quiere viajar por la zona ribereña lo hace porque sabe que el crimen organizado no va a atentar en su contra y en cambio es una estrategia que le puede acarrear simpatías por su “valor” civil. En todo caso será un asunto mediático a nivel regional, porque dudamos que este asunto atraiga la atención de segmentos de la población de otros estados de la república.