Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
23 de agosto, 2009
El Presidente Felipe Calderón firmó el decreto mediante el cual se establece que ningún otro funcionario público debe ganar más que el jefe del ejecutivo federal, que en estos momentos gana 146 mil 830 pesos mensuales. Pero justo cuando se firmaba el decreto se daba a conocer que los 500 diputados federales salientes van a recibir, cada uno, un fondo de ahorro de un millón 200 mil pesos, que reciben cuando se ha dado a conocer que la economía mexicana se contrajo un 10.3 por ciento en el segundo semestre del año. Es decir, en plena crisis que ha dejado millones de desempleados, los diputados salientes se blindan, no sea que se les complique encontrar un nuevo empleo. En medio de todo esto, si algo le enoja al ciudadano común no es que los funcionarios públicos ganan mucho, lo que les molesta es que encima roben mucho. ¿Cuántas veces no hemos escuchado la frase aquella de, no importa que roben, pero que hagan algo por la gente? Pero además, con todo y decreto seguirán habiendo funcionarios que ganen sueldos exorbitantes pues nadie se cree el cuento de que algún día los magistrados de la Suprema Corte de Justicia estén dispuestos a que se les reduzca el sueldo, que por estos días anda en casi 400 mil pesos mensuales. En otro tema, tiene toda la razón el profesor Jesús González Bastién cuando señala que la Profeco nada hace para evitar los abusos en que incurre la empresa Nextel con sus deudores, a los que aterroriza con toda clase de amenazas. La Profeco se ha convertido, y no de ahora, sino de siempre, en mera promotora de información para la elaboración de productos caseros que resulten más baratos que los artículos ya empaquetados. En cambio, de muy poco sirve, cuando se trata de frenar los abusos de las empresas, sean privadas o públicas. Y es que la Profeco, como la mayoría de las oficinas públicas, incurren en el vicio burocrático de solo actuar si hay una denuncia formal. Así, si a una persona la atropellan y un oficial de tránsito ve, no quiere intervenir si antes no hay una queja formal por parte del afectado. Si hay balazos y escucha un policía no actúa si no hay denuncia por escrito. En otro tema, luego de un año de espera, el fin de semana, por fin, vaya la redundancia, se entregaron los 100 uniformes para el cuerpo de bomberos, en lo que se invirtieron 2.4 millones de pesos, incluyendo 40 uniformes para el combate de abejas. Se trata de equipos especiales que resisten altas temperaturas y mejoran la seguridad de los bomberos. Atrás de esta gestión es justo reconocer al regidor Rogelio Soto que desde el año pasado se ha dedicado a gestionar mejoras para los apaga-fuegos y dice que es necesario tener un departamento de bomberos altamente dignificado, con mejor equipo, con personal más capacitado y con mejores sueldos y prestaciones. Rogelio sigue en Monterrey, apoyando a su esposa que sigue recuperándose del accidente automovilístico que tuvo el 1 de agosto y esperemos que muy pronto este de regreso.