Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
16 de diciembre, 2009
Luego de que el Presidente de México, Felipe Calderón, presentara “la idea” de una Reforma Política que permita reelegir alcaldes, diputados así cómo establecer una segunda vuelta en elecciones presidenciales, las opiniones en Tampico no se hicieron esperar. Para la primera autoridad de esta ciudad, Oscar Pérez Inguanzo, la idea de Calderón no es descabellada, pero resaltó que la iniciativa se debería enfocar en la ampliación de los ayuntamientos, esto con la finalidad de terminar proyectos e ideas trazadas a mediano y largo plazo. Dijo no convencerle del todo el tema de la reelección de alcaldes y legisladores, empero sí “Aumentar un año más a las administraciones municipales, sería bueno y tal vez suficiente, para completar proyectos, pues nadie nace o llega a la presidencia sabiendo el trabajo de un presidente municipal”, sostuvo. Resaltó, que el tocar puertas en las dependencias federales y estatales (gestión) lleva tiempo, labor en que mayormente se avocan los alcaldes en su primer año de gobierno, además de lograr un buen equipo de colaboradores. “Y para el segundo año de gobierno, ya empiezas a ejercer esos recursos gestionados y verterlos en los proyectos que traes en mente, creo que hace falta tiempo para trabajar por una ciudad”, puntualizó Por su parte, la regidora porteña, Concepción Fernández Marcos, se mostró a favor de que el número de legisladores se reduzca considerablemente, pues la mayoría, dijo, no desquita los estratosféricos sueldos que perciben. “Creo que la propuesta de iniciativa que propone Calderón debería de enfocarse a esto, disminuir el número de plurinominales y por lo menos quitarle 100 legisladores a los próximos congresos”, resaltó Reconoció, que el adelgazamiento debería extenderse a la cámara de senadores, donde también, expuso, hay servidores públicos que no se les puede “fiscalizar” su labor hacía la ciudadanía. Resaltó, la necesidad de que México vaya adquiriendo mayor madurez y cultura política, que permita llegar a la revocación de mandatos, donde no se cumplan al cien por ciento el trabajo para lo cual fueron elegidos.