Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
24 de septiembre, 2013
A menos de una semana de que se realice la transición de poderes en el gobierno municipal, siguen sin darse los cambios en el Comité Municipal del PRI y en las dependencias estatales y federales, movimientos que los priistas vienen esperando desde hace dos meses y medio.
Por lo pronto, es inminente el relevo en el PRI y la llegada de Rosa María Alvarado Monroy quien se convertiría en la segunda mujer en dirigir los destinos del Revolucionario Institucional, con la diferencia de que cuando estuvo Magaly Villlanueva Cordero el PRI estaba al frente del gobierno municipal, en tanto que el gobierno federal estaba el PAN.
Ahora, en cambio, a Rosa María le tocaría tener como interlocutor a un gobierno municipal panista y a un gobierno federal priista.
Si finalmente Rosa María llega al PRI tendrá un reto harto difícil, pero a la vez interesante, pues la elección del 2015 será muy distinta a la del 2012 porque ya no compite Josefina Vázquez, aunque por otro lado, las reformas laboral, educativa, energética, de comunicaciones y la hacendaria, han dejado muy mal parado al PRI ante los ciudadanos.
Mientras tanto, a la lista de probables funcionarios en la próxima administración municipal anote a José Zapata en Deportes; Fernando Torres Villarreal en Catastro; y Ninfa Deándar Cantú en el Instituto Municipal de la Mujer.
Lo que sigue siendo un misterio son las carteras que tendrán los expriistas Hilario Molina García, Luis Lauro García Treviño, José Luis Palos Morales, Sergio Octavio García Garza, Mario Rodríguez, Juan Felipe Rodríguez, José Ibarra Flores, Claudia Galaviz, Enrique Reséndez Cuéllar, quienes participaron en la campaña con diferentes responsabilidades.
Por supuesto, hay alrededor de 170 puestos a repartir, en el organigrama del gobierno municipal. Claro, hay de cargos a cargos.
Por otra parte, uno de los rubros que la próxima administración municipal está obligada a atender e impulsar es el de la generación de empleos. En los últimos 15 años debieron generarse por lo menos 45 mil empleos formales. Sin embargo, no se crearon más de 4 mil, de acuerdo con los números fríos. Hay, pues, un déficit de más de 40 mil empleos formales y a falta de ellos, la gente engrosa las filas de la informalidad. Lo hace por necesidad, porque hay que llevar dinero a la casa, porque la realidad es que entre atender un local en una pulga y tener un empleo de oficina, con un sueldo y prestaciones decorosas, la gente opta por lo segundo. Sin embargo, el abogado, el contador, el doctor, el diseñador, el mecánico disel, que carece de un empleo formal, se va a la informalidad en espera de tiempos mejores.
No se trata de que el gobierno municipal instale fábricas y comercios, pero sí de que ayude a simplificar la operación de nuevos negocios, que los apoye en capacitación, que le sirve de conducto con los gobiernos estatal y federal para facilitarles su operación. La generación de empleos remunerador ayudará a mejorar la vida de los neolaredenses.
El impulso al empleo es un tema que requiere de más formalidad y realidad.