Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
26 de septiembre, 2013
Aún no inicia la próxima administración municipal y hay quienes dan por un hecho que en el 2016 el diputado electo Enrique Rivas Cuéllar será el candidato a la presidencia municipal, como también se menciona que Carlos Canturosas buscará ser el candidato a gobernador.
Todo es posible, pero tanto uno como en otro harían bien en centrarse en cumplir con eficiencia la responsabilidad que un segmento de la población les asignó al votar por ellos y dejar el futurismo para más adelantem, que para eso falta bastante. La eficiencia en este cumplimiento será determinante en la decisión que el PAN tome en el 2016, pues es obvio que si no rinden los resultados esperados, se les va a descartar. Además la política es de circunstancias, estas cambian constantemente.
Canturosas tiene como competidores a su homóloga Leticia Salazar y al senador Francisco Javier Cabeza de Vaca, que seguramente van a hacer su mayor esfuerzo para obtener la nominación. Adicionalmente Cabeza de Vaca utilizará sus contactos con el panismo nacional para lograr la candidatura y ya se sabe cuánto pesa el centralismo en Acción Nacional, donde es posible conseguir una nominación sin ir a una elección interna.
Aunque ciertamente el PAN no es lo mismo que el PRI, también haría bien en hacer una revisión de lo que Ramón Garza Barrios hizo en su momento para obtener ser el sucesor de Eugenio Hernández, y se obsesionó tanto que se perdió, cuando pudo trascender en la historia de Nuevo Laredo.
Ahora que hay que decir que el hecho de que tanto Carlos Canturosas como Enroque Rivas quieran seguir creciendo políticamente, es saludable porque ese puede ser un aliciente para esforzarse en hacer bien su trabajo y si lo hacen Nuevo Laredo será el ganador.
Si Enrique Rivas está interesado en buscar la alcaldía en el 2016 tendrá que trascender en su trabajo como legislador, porque así como él tiene aspiraciones, hay otros personajes del panismo que tienen las mismas intenciones. Por lo pronto anote a los diputados electos Salvador Rosas Quintanilla y Laura Zarate Quesada, que si bien es cierto que en estos momentos posiblemente no los seduzca la idea de buscar la nominación, pero el panorama puede cambiar de aquí al 2016. El poder seduce y embruja.
Y si en el PAN el futurismo esta desatado, en el PRI ocurre algo similar, pues las dos últimas derrotas han originado el surgimiento de cabezas de grupo interesados en armar una estrategia para recuperar a Nuevo Laredo.
Una de estas cabezas de grupo es el ex alcalde Ramón Garza Barrios, que tiene en contra el hecho de que sus bonos no andan muy bien con quien gobierna desde el tercer piso de Palacio de Gobierno.
Otro prospecto natural para el 2016 es Ramiro Ramos lo cual nos recuerda que Ramón Garza Barrios saltó a la alcaldía, siendo el líder del Congreso.
Con todo y las dos derrotas seguidas del PRI, en su momento habrá por lo menos media docena de priistas dispuestos a correr el riesgo de perder en una contienda frente al PAN.