Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
13 de enero, 2010
En esta novena entrada, con dos outs, casa llena y el bateador designado en tres bolas y dos striks resulta imposible ocultar el jaloneo por la gubernatura del estado. No acá donde de cualquier forma nos ponemos de acuerdo, sino allá en el CEN tricolor donde Bety y sus mulatos de fuego pretenden imponer condiciones. En este sentido la dirigente como que se contradice dejando pa’ mejores días la promesa de que el señalado cargo habría de resolverse en las entidades respectivas. Si esto se cumpliera la militancia tricolor tamaulipeca estaría presta y dispuesta a seleccionar a quien bien lo merezca y no depender de lo que se le ocurra a la robustísima y folklórica tlaxcalteca. Aquí entre nos, pareciera que la mujerona se cansó de los huipiles hechos a la medida de sus excesos porque recién se le vio metida en exclusivo modelo de noche en color rojo pecado. Y hasta ha de creer que le quedaba de ¡guau!. Volviendo al asunto de la promesa olvidada, ya se ve y se siente que del dicho al hecho hay mucho trecho, porque resulta que “la gordis” está terca en imponer a uno de los suyos llevando de la mano a Marco Antonio Bernal, este matamorense cuyo record registra la búsqueda del cargo por tercera ocasión consecutiva, lo cual no es criticable aunque el cristiano muestra que llegarle a la gubernatura se le convirtió en obsesión, al margen de que busque ingresar al libro de Gines. Usted dirá que está en su derecho de intentarlo cuantas veces quiera y tiene razón, aunque lo criticable es que su carrera política no ha la hizo en Tamaulipas sino bajo el aval y tutela de gente extraña en la capital del país y los fines de semana en Guadalajara. Dicese que además de la Bety es apoyado por Manlio Fabio Beltrones y hasta por “el gaviotón” Enrique Peña Nieto, aunque en el baile también entran Cruz López Aguilar y Carlos Flores Rico. Ahora que si el estira y afloja llegara a extremos inesperados el beneficioso podría ser alguien que sin perseguirla se la entregaran “chupadita”,- no es albur-, lo cual pondría en serios aprietos al tricolor cuyo dirigente estatal “de por si” ya no sabe ni donde se alza el porvenir con eso de que rebasó y con creces, el desgaste a que estaba destinado. Sea que Richardo corazón de león ya no sirve ni de “costal” pa’ absorber golpes y menos como desahogo de la oposición. Y es que el hombre ya no divierte ni a los chiquillos de su cuadra. Y eso que irradia una simpatía ¡bruta!. ¡Ajá!. Sea como sea y o’nde sea, lo cierto es que hasta este miércoles a las seis de la tarde con ocho minutos y casi diez segundos, el futuro político del estado permanecía incierto que no desierto, aunque en la confianza de que el candidato tricolor resultara alguno de los que crecieron y se hicieron en el estado, en oposición a un externo que en el mejor de los casos tendría que comenzar por ubicar los municipios y conocer a sus gentes. Usted dirá que la militancia tricolor está en la obligación de votar por cualquiera que sea el candidato de su partido, pero no se crea porque la raza no es tonta “di’ora”. De manera que a estas alturas del partido es difícil ocultar el jaloneo en el CEN del PRI y la cosa se complica conocido el galope del caballo loco que anda suelto en Tamaulipas el cual no es otro que Lino Korrodi, este creído y altanero mantense quien en lugar de autoproponerse a la gubernatura debiera pedir perdón por haber alentado el crecimiento del monstruito que por desgracia “gobernó” a México. Y Lino hasta lo presume como si nos hubiera ido tan bien. ¡Joder!. Este bato cree que la gente no tiene memoria. Se le complica al PRI digo, porque en el PAN también se les hace “agua la boca”. Y deje, “pior tantito” si el mentado Cabeza de Vaca logra la candidatura. Que Dios guarde la hora porque entonces sí paso a retirarme pa’ santa Apolonia. SUCEDE QUE Tanto relajo se traen en el PRD que a Mario Sosa Phol y a Paco Chavira podría pasarles lo que a los cautines, que se acaban en puras calentadas. Y por las mismas anda el mentado Ceniceros del PT. Todo sea por dar unas cuantas tarascadas al presupuesto. Y hasta la próxima.