Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
18 de diciembre, 2013
Desde que se puso en marcha el uso del alcoholímetro para detectar a choferes borrachos, han surgido quejas y protestas… de parte de los propios borrachos.
No decimos ni sugerimos que la gente no se embriague, esta es un decisión y un derecho que le corresponde a cada individuo, pero es preferible que quien sale a la calle a divertirse y quiere ponerse bien jarras, por su seguridad personal y las de los demás que se apoye en una persona sobria para que la ayude a manejar.
En la conciencia colectiva aún se recuerda que en el trienio de José Manuel Suárez López, uno de sus auxiliares manejó una camioneta bajo los efectos del alcohol, se el semáforo en rojo y embistió la unidad en que circulaba la reportera Xiomara Rendón, quien duró varios meses hospitalizada y aunque se recuperó, aún padece las secuelas de la irresponsabilidad de un borracho que terminó preso.
Desde que la Dirección de Tránsito implementó el alcoholímetro, el uno de diciembre, en sus redes han caído varios periodistas, familiares de regidores y hasta funcionarios municipales de tercer nivel. La instrucción del alcalde Carlos Canturosas es que se actúe con rigor contra los detenidos, sin importar que se digan influyentes.
Uno de los que cayó, fue un sobrino de la regidora Rosa Fabián Hueroco y casualmente ella formaba parte los observadores que acompañaban a los agentes de tránsito y aunque pretendió que dejarán libre a su pariente, se le recordó que antes de que el tema fuera tratado en el cabildo, ella pidió que no hubiese tolerancia para nadie y haciendo de tripas corazón, aceptó la detención provisional de su familiar.
También han caído varios periodistas, uno de los cuales termino detenido varias horas y salió al pagar una multa económica.
También se sabe el caso de una funcionaria municipal de tercer nivel que bajo los efectos del alcohol, cesó a los agentes que participaban en el operativo y les dijo – al estilo de las ladies de Polanco-- hasta de que se iban a morir, pero no nadie le creyó, la detuvieron y terminó siendo cesada, por abusiva.
La presencia de observadores imparciales, entre ellos de la Cámara de Comercio y de la Comisión de Derechos Humanos, permite darle transparencia al operativo y que no termine en una campaña piscachera.
El propio Director de Tránsito, José Luis Canales, ha insistido en que la gente tiene derecho a divertirse, pero que por su propia seguridad, debe auxiliarse en un conductor que este sobrio.
Seguramente, la campaña seguirá levantando voces de protesta entre los borrachos a los que se atrape durante los operativos, pues a nadie le gusta que le interrumpan la fiesta, que lo detengan varias horas y encime termine pagando una multa de hasta 3 mil 500 pesos.
Sin embargo, el resto de los ciudadanos agradecen este tipo de operativos, porque si estando la gente en sus cinco sentidos se ve inmiscuida en accidentes vehiculares, las probabilidades aumentan cuando los sentidos están alterados por el consumo excesivo de alcohol.
Total, a quien le gusta agarrar la jarra tiene la opción de apoyarse en una persona que no haya consumido una gota de alcohol y se encargue de llevarlo a salvo en su casa.