Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
30 de diciembre, 2013
El 2013 fue un año difícil. Cientos de empleos se perdieron, al cerrar sus puertas toda clase de negocios. Hubo algunos, y conocemos a los dueños, que cerraron después de tres o cuatro meses y prácticamente todos los días tuvieron pérdidas.
Hubo quienes cerraron sus negocios aquí y se mudaron a Laredo, Texas, convencidos de que allá si iban a pegar. La realidad les golpeo el rostro: terminaron cerrando sus puertas, porque tampoco allá funcionaron. Y es que no a todos se les da eso de ser empresario.
Alguna vez Enrique Krauze narró que en sus tiempos de juventud, su padre lo colocó al frente del negocio de serigrafía de la familia. Idealista, lo primero que hizo fue aumentarles el sueldo a los trabajadores y decirles que de ahí en adelante, compartirían ganancias. Varias semanas después, al borde de la quiebra, el papá retomó la dirección del negocio y los trabajadores consintieron en que se les redijeran los sueldos, ante el riesgo de tener que cerrar.
Zapatero a tus zapatos, alguna vez le dijo una editora al profesor Pedro Pérez Ibarra, cuando este se embarcó en la aventura de fundar un periódico que terminó cerrando con el correr de los años, ante la persecución gubernamental que se desato en contra del entonces secretario general de la CTM, acusado, injustamente, de haber ordenado el saqueo de las oficinas gubernamentales en los puentes 1 y 2.
Al cierre de comercios y empresas, se sumaron los más de tres mil despedidos con el cambio de gobierno municipal. Hoy muchos de esos jefes de familia se tuvieron que ir a la economía informal para poder mantener a los suyos. Desde hace 15 años, son los únicos empleos que crecen en esta ciudad, lo dicen así los números fríos del Seguro Social. Desde hace tres lustros, el número de afiliados se mantiene entre 68 mil a 75 mil, cuando en ese lapso, debieron generarse no menos de 45 mil empleos formales.
Quisiéramos creer que en el 2014 la economía fronteriza va a mejorar, pero analistas financieros nacionales y extranjeros coinciden en que será un año difícil. La recuperación se espera hasta el 2015. Para colmo a los fronterizos se nos incrementa la tasa del IVA que vamos a pagar en los consumos de energía, agua, teléfono, aparatos de comunicación y en muchos productos más. Al mes, este aumento de 5 puntos, va a representar varios cientos de pesos. También hay que ver el impacto que tendrá en las maquiladoras, obligadas a pagar 16 por ciento de IVA al importar temporalmente mercancías que son regresadas al exterior, como productos ya armados.
En el año nuevo que inicia, lo mejor que podemos hacer es actuar con cautela, no adquirir ninguna clase de bienes muebles e inmuebles que no sean necesarios, hasta que no tengamos una idea del impacto del IVA en nuestra economía.
Ahora, que si usted es religioso, pues recele a Dios y sus santitos, haber si le hacen el milagro de que la economía fronteriza mejora, porque el panorama que se vislumbra es negro.