Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
26 de febrero, 2014
Hoy se cumplió el primer año de la detención de Elba Esther Gordillo, acusada por la Procuraduría General de la República, de los delitos de defraudación fiscal, delincuencia organizada y lavado de dinero. Ciertamente, su estancia en la torre médica de la cárcel de Tepepan, es muy distinta a las de las demás procesadas, pues goza de privilegios, como usar su propia ropa, le llevan la comida de fuera, no está en una celda, pero por más privilegios que goce, no deja de estar en una cárcel.
La detención de Elba Esther fue lo que en su momento fue la aprehensión de Jorge Díaz Serrano en el sexenio de Miguel de la Madrid; la detención de Joaquín Hernández Galicia, en el sexenio de Carlos Salinas; o la detención de Raúl Salinas en tiempos de Ernesto Zedillo.
La caída de Elba Esther envió el mensaje de una presidencia de la república enérgica y fuerte, al atreverse a detener a una mujer que antes de eso se pensaría que el mismo diablo le tenía miedo.
Y aunque la detención mostró la energía y fuerza del gobierno de Enrique Peña Nieto, desgraciadamente es un garbanzo de libra, pues hasta ahí quedó el combate a los bandidos. El ciudadano común quisiera ver presos a todos los funcionarios corruptos, sin importar que se trate de Humberto Moreira, Fidel Herrera o Eugenio Hernández y una larga lista de miles de políticos, desde ex presidentes, ex secretarios, ex gobernadores, ex alcaldes, ex jefe de oficinas etc. Aunque si se hiciera esto, los más preocupados serían los carceleros: ¿Cómo le harían para encarcelar a tanto delincuente?
En otro tema, con la detención de Joaquín Guzmán se evidenció el mal uso del internet y las redes sociales. Después de la detención, el portal huzlers.com publicó una “noticia”, en el sentido de que el detenido en realidad era Gregorio Chávez y que su esposa Lorena estaba denunciando que por su parecido con El Chapo, agentes del gobierno le habían ofrecido dinero para hacerse pasar como aquel y al no aceptar lo secuestraron.
El mismo portal aclara que sus noticias con parte reales y parte sátiras y a pesar de ello hay quienes se creyeron lo del supuesto capo y lo siguen creyendo, porque los mexicanos por naturaleza somos escépticos frente a lo que nos dice el gobierno.
El internet es una gran herramienta como entretenimiento y como enseñanza. Es un libro electrónico que nos permite conocer de todo, pero al igual que los libros y las revistas tradicionales, hay que saber buscar la información que se necesita, pues, por ejemplo, en la información científica, los avances son constantes y lo que hoy funciona, mañana es reemplazado.
En cuanto a las redes, hay que tomarlas con reservas, ni todo es verdad, ni todo es mentira. Lo que sí es evidente, es que muchos de los que escriben ahí se escudan en el anonimato para mentir y ofender, porque no es lo mismo tener un rostro y un domicilio, que protegerse en perfiles inventados para la ocasión.
Algún día, las redes tendrán que ser reguladas por la ley, ese es el destino al que están obligando los abusos reiterados.