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Somos Mexicanos

Raúl HERNANDEZ

26 de marzo, 2014

Muy bonito sonó el discurso del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al presentar el programa “Somos Mexicanos”, dirigido a los deportados, pero muy distante de la realidad.

De acuerdo con  Osorio, a los  deportados al llegar al lado mexicano se les ofrecen alimentos, atención médica, se les expide la CURP, se les ayuda a conseguir empleo en sus lugares de origen. El discurso sonó tan bonito, que  poco faltó para que muchos de los que escuchábamos, nos lanzáramos a la oficina de atención a los migrantes, instalada en el Puente 2, a unos 200 metros del lugar del evento, para recibir esos beneficios.

La realidad es que en Nuevo Laredo quien más se ocupa y se preocupa por  darles un trato humano a los  deportados, es la iglesia católica que les ofrece cobijo,  alimentos y los auxilia para que puedan contactarse con sus familias. Atender la Casa del Migrante Jesús de Nazaret, representa  más de 80 mil pesos mensuales en el pago de servicios, alimentos,  salarios del personal.

Hasta hace poco, el gobierno municipal facilitaba transporte a las familias deportadas y cada semana un autobús salía con rumbo a San Luis Potosí, para acercarlos a sus lugares de origen.

Si los  paisanos  generan ingresos al gobierno federal al  cobrarles por los permisos para que ingresen al país con sus vehículos y mercancía diversa, esos recursos bien podrían destinarse para atender a los deportados que no tuvieron la suerte de legalizar su estancia en los Estados Unidos, pero valen lo mismo que los  paisanos regularizados.

Paisanos y deportados deben dejar de ser  mero discurso, y meras estadísticas, para  convertirse en  tema prioritario para el gobierno federal, pero también para el estatal y el municipal. Es un problema de los tres niveles de gobierno.

Lo que es evidente es que Miguel Ángel Osorio es un personaje muy reconocido y valorado en todo el país y Nuevo Laredo no es la excepción. En el evento fácilmente había entre 400 y 500 gentes, entre empresarios, políticos del PRI y funcionarios panistas y al menos entre los dos primeros segmentos, muchos dijeron que iban a conocer de cerca a Osorio Chong. Hubo algunos que pudieron saludarlo y hasta se tomaron la foto con él y  él se mostró  accesible para todos.

El Gobernador Egidio Torre Cantú atendió a Chong con la calidad de la investidura que representa.

Esta es  la segunda  visita de Osorio Chong a Nuevo Laredo en los últimos cuatro meses, lo cual nos recuerda que desde hace más de una década, Nuevo Laredo no recibe la visita del Presidente de la República en turno. El último que nos  visito fue Vicente Fox, que primero vino a poner en marcha el Programa Paisano y luego regreso para participar en la cabalgata de los Tres Estados.

Felipe Calderón nunca nos visitó como  Presidente e igual ocurre con Enrique Peña Nieto. Esperemos que muy pronto Peña Nieto abra un espacio en su agenda y podamos tenerlo en esta ciudad.

 

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