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Raúl HERNANDEZ

10 de abril, 2014

En  Nuevo Laredo tenemos un cabildo de a mentiritas. Ya sea porque reciben sueldos  fabulosos –ellos dicen que son 34 mil pesos al mes, pero el doctor Jorge Ramírez Rubio sostiene que son  67 mil 500—, porque no quieren meterse en problemas, o de plano, porque son mediocres, pero la realidad es que salvo contadas excepciones, como cuerpo colegiado dejan mucho que desear.

Hasta ahora los que mayor participación tienen  en las sesiones de cabildo  son Antonio Santoyo, Luis Cavazos, Hugo Galindo y Heriberto Deándar. El resto  solo hablan cuando se da el pase de lista o para secundar alguna propuesta. No opinan, no analizan, no debaten, para ellos todo está bien y votan en paquete, siempre secundando lo que proponen o el alcalde o el presidente de alguna comisión. Suelen levantar la mano de manera autómata,  para aprobar, aunque el que presente la propuesta ni siquiera está enterado de lo que dice.

Así paso, por ejemplo, cuando el síndico Antonio Santoyo presentó la propuesta para darle un incremento del 3.9 por ciento en la factura mensual a la empresa Seatasa. Al final de la sesión, cuando los reporteros le preguntaron a cuánto ascendía el  pago, dijo desconocerlo y tampoco supo el dato de las toneladas de basura que se recogen, y si el encargado de presentar la propuesta no tenía esta información,  menos el resto de la borregada panista.

Una de las razones por las que los ediles no cuestionan, no preguntan,  no investigan,  es porque están  más interesados en  hacer negocios con el Ayuntamiento, que en que haya un manejo escrupuloso de los recursos  públicos.

Y es que mire, Irma Richer tiene un vivero que surte de plantas de ornato al gobierno municipal; Luis  Cavazos y Luis Talamás,  tienen restaurantes y pelean contratos para sus negocios;  la  familia de Miguel Angel Vaughan  tiene un laboratorio de análisis químicos. ¡Que listos, ganan como regidores y ganan como proveedores!

Regidoras como Ofelia Arredondo y Mónica Salinas, pareciera que lo único que saben hacer es fumar como chacuacos.  Hasta ahora  no han participado en las sesiones de cabildo.

Cuando un cabildo es participativo, contribuye a  tener una mejor ciudad, pero a los señores del PAN  eso poco les interesa. Y  los del PRI, están igual.

Tenemos una ciudad muy rica en presupuesto, pero con un cabildo muy pobre y no precisamente en sueldos, sino en ideas.

Total que  el PAN ofreció un cambio y  todo quedó igual. Ya hasta ir a las sesiones de cabildo es una pérdida de tiempo, pues como no hay debate, resultan aburridísimas.

¡Como añoramos aquel cabildo de Horacio Garza, en el que los debates se daban en cada sesión! Priistas, panistas y perredistas se daban con todo y  hubo por lo menos dos  acuerdos que dividieron al cabildo: cuando se intento desalojar a un grupo de comerciantes foráneos de la plaza Primero de Mayo y cuando se intento destituir al jefe de policía. En el primer caso, perdió Horacio, al unirse perredistas, panistas y algunos priistas y en el segundo, perdieron  las fracciones  de PAN y PRD.

 

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