Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
15 de abril, 2014
Estamos a dos años y meses de la elección del 2016, para renovar la gubernatura de Tamaulipas.
En el PRI, hay dos grupos de prospectos: los del centro del país, es decir, los que están identificados con el Presidente Enrique Peña Nieto y entre los que sobresale el ex alcalde de Matamoros, Baltasar Hinojosa, la Subsecretaria de Asuntos Migratorios, Paloma Guillén; el Jefe de Giras Presidenciales, Alejandro Guevara Cobos; y el diputado federal Marco Antonio Bernal, quien es el más débil de todos.
En el ámbito local, personajes como el Secretario de Desarrollo Social, Homero de la Garza; el alcalde de Victoria, Alejandro Etienne; y el diputado federal, Enrique Cárdenas, tienen posibilidades de ser tomados en cuenta, en caso de que la decisión se tome en la entidad.
En el PAN, ya lo dijo el propio dirigente estatal, José Alberto López Fonseca, al señalar que el candidato saldrá del norte.
En el PAN no hay vuelta de hoja, los prospectos son el senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, la senadora Maki Ortiz, la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar; y el alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas.
Pareciera que de todos quien más posicionado esta es el senador Cabeza de Vaca, por ser el que tiene mayores contactos en el país y por ser el más conocido en Tamaulipas.
Es cierto que el hecho de que sea controvertido divide opiniones, pues los hay que creen que eso no va con la mística del PAN, hasta los que piensan que precisamente el ser polémico es lo que lo hace interesante ante los ojos de la ciudadanía.
A Carlos Canturosas su victoria de más de 27 mil votos de ventaja sobre el PRI lo hizo conocido en los medios periodísticos del Estado, pero tiene la desventaja de que en estos casi siete meses que lleva de gobierno no ha consolidado su administración. Su imagen se ha deteriorado en los últimos meses y sus propios colaboradores han filtrado el dato de que en una encuesta interna, su imagen cayó de 7.2 a 3.4 en las preferencias ciudadanas.
A eso se agrega que los panistas comentan que si la campaña para alcalde costó arriba de los 100 millones de pesos, una campaña estatal requerirá no menos de 600 millones de pesos y nadie quiere arriesgarse a perder esas cantidades.
Ciertamente Canturosas cuenta con el aval del Partido de la Revolución Democrática que gustoso aceptaría ir aliado con el PAN en el proceso electoral del 2016, pero el problema es que el PRD solo aporta las siglas, no aporta dinero ni gente, que sería un ingrediente para hacer atractiva una coalición ¿Sin lana y sin gente, de qué sirve una alianza?
En privado, los panistas comentan que en realidad el proyecto es que Canturosas crezca políticamente en los próximos años y que busque la gubernatura en el 2022, pues creen que para entonces se habrá consolidado su imagen en todo el Estado.