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21 de febrero, 2010

La rebelión de mujeres en el PRI aquí está, es real, es un escándalo dicen, y en gran medida el responsable es Richardo corazón de león. No se sabe bien a bien porqué pero él odia al sexo opuesto. De ello es acusado a lo largo y ancho de la región que palpita a la margen del río. No es invento, menos fantasía y está lejos de ser un recurso mediático de las féminas aunque el objetivo central sea lograr cargos de elección o de los otros, lo importante es acomodarse, disfrutarlo y sentir que la vida es bella. Gamundi ha sido un obstáculo pa’ que las hembras avancen por la ancha alameda de la democracia. Y es que va por todos los atajos en la insana intención de evitar el mínimo de poder a quien considera sus peores enemigas que ya le digo, no se sabe porqué, pero de que quisiera verlas en la hoguera como a Juana de Arco, eso-que-ni-que. El discurso sustancial del tricolor contiene la incorporación del bello sexo a las tareas oficiales. Hasta se ha llegado a prometer fifty and fifty, nomás que hasta ahora ha sido puro jarabe de pico con todo y que “la gordis” Paredes es la dirigente nacional. “Y ya que tocas el punto”, como dijo aquel, sabrá que a la Bety un buen de sus compas de género le pegan por todos lados,- y eso que ni tiene donde darle-, y todo porque prefiere hacerle al tío lolo que incorporarse a la lucha por la legalización del aborto que ya se ve y se siente en gran parte del país. Y deje que a “la gordis” tampoco le perdonan que prefiera la parranda, la bohemia y las extrañas compañías, en lugar de presionar pa’ que las chicas alcancen los mismos derechos que los chicos en el PRI. Sea que colocase al lado de los machos en cuanto a que las hembras hay que tenerlas nomás como las escopetas: cargadas y en el rincón. En concreto como dijo el albañil, las mujeres en el PRI tamaulipeco viven uno de sus peores momentos, por obra y gracia de una mano negra y peluda. En este sentido bueno sería analizar un poco la existencia se Gamundi. ¿Qué conflictos enfrentó en su niñez?. En su caso bien pudieran aplicarse las teorías freudianas. ¿Qué tal si fue rechazado por la niña de la mochila azul en la primaria?. A lo mejor fue humillado en su doliente amor frente al grupo por aquella profe de la estuvo muuuuuuuuuy enamorado y a la que maldijo al saber que estaba al punto de casarse con el ticher de educación física. Obvio, juró no regresar a la escuela y creo que lo cumplió. En los orígenes del dirigente tricolor todo pudo suceder hasta llegar al producto que conocemos y que no debe ser nada agradable para quienes buscan la perfección del hombre en todos sus aspectos. En Gamundi les falló, me cai. El asunto es que los reclamos de las féminas en el PRI existen y en su rebelión vienen con todo. Y es que les regatean hasta una pinchurrieta regiduría y eso de que pa’ efectos electorales son las que más aportan. Creo que andan arriba del 60 por ciento y por lo tanto, no hay derecho. Es tanto el enojo que sin querer queriendo surgen lideresas naturales como Magdalena Peraza en Tampico, quien con todo y que está pegada a la ubre presupuestal desde hace un titipuchal de años, ahora le ha dado por abanderar causas que contra Gamundi parecen perdidas, salvo que alguien ordene el ingreso de Richardo a cualquier clínica pa’ destrampados o de loquillos, que pa’l caso es lo mismo. Quedamos en que las compañeritas andan bien encabronadas porque el dirigente tricolor les impide el arribo a algún cargo de elección. Abandonando a las mujeres, ¿se estará echando la soga al cuello el tricolor?. Eso es lo que vamos a ver. SUCEDE QUE Siendo secretario de Agricultura Alberto Cárdenas Jiménez los conflictos de la dependencia y la CNC lidereada por Cruz López Aguilar pasaron a ser personales, tanto que no podían estar bajo el mismo techo sin enviarse recordatorios familiares. Ahora uno como senador, encargado de los asuntos agrícolas, y el otro como diputado presidente de la comisión respectiva tienen que verse y tragarse casi a diario. “Lo que es la vida” diría mi santa y sabia abue.
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