Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
23 de febrero, 2010
Disculpe que insista pero yo digo y sostengo que el PRI debe exigir a los funcionarios de elección cumplan con su deber. Deje a un lado las promesas de campaña que siempre serán exageradas y nomás pa’ sumar votos, con que cubran expectativas del respetable es más que suficiente. Por supuesto el escribidor refierese a aquellos que fueron electos bajo las siglas del tricolor y en especial alcaldes y diputados locales cuya mayoría solo espera oportunidad pa’ brincar cual chapulines sobre el comal. El asunto es que conseguido lo que fue, los señalados “representantes populares” quedan en calidad de disponibles,- sease “bañaos, talqueaos y perfumaos” pa’ lo que se pueda ofrecer. Y no hay que ser porque olvidan el compromiso consustancial de cumplirle a la raza en tiempo y forma, tan solo pa’ recrearse en los confines de la ambición personal. ¡Ah bruto!. Usted dirá que están en todo su derecho y tiene razón, solo que first is the first y luego the second y no como dice el filósofo que en el 21 se ingó el 1. En las funciones de gobierno los partidos conllevan responsabilidad, no han de ser como madres desnaturalizadas que traen hijos al mundo nomás pa’ ver que se siente para después abandonarlos en lo obscurito, y entre más lejos del chisme mejor. Y si eso era antes, entiendese que ahora después del alumbramiento los partidos deben acompañar a sus vástagos hasta la mayoría de edad, o al menos hasta que tengan capacidad suficiente pa’ entender de que se trató cuando fueron electos. En este sentido usted argumentará que hay muchos que no pasan de ser limítrofes en cuestiones públicas y por lo tanto no terminan de aterrizar y hasta creen que el poder es para siempre, y también tiene muuuuucha razón. En los tiempos que transcurren la sociedad es diferente, siempre dispuesta a protestar con el valor del voto en la mano al comprobar que les hicieron “de chivo los tamales”. El punto es que diversos funcionarios de elección propuestos en su momento por el PRI no tienen intención de concluir su trabajo. Sobre todo ciertos alcaldes que lucen ojerosos, cansados y sin ilusiones, tanto que se muestran indiferentes a pesar de que sus respectivas ciudades se les caen a pedazos. Y nomás asome la cabeza. Eso es por una parte, por la otra en el congreso pa’ estas horas debieron saltar como truchas enjabonadas algunos dipus carentes de escrúpulos quienes acuden con singular alegría a seguir sumando cargos y sueldos. Quesque van sobre alcaldías, ya veremos si dentro de tres años les nace de nuevo el cariño por la diputación que ahora abandonan. Y lo que son las cosas, el PRI en lugar de evitarlo obligándolos a terminar su gestión, los impulsa cual cenicientas que van en busca de su amado príncipe. Ojala y les quede la dichosa zapatilla. Ha sido el jueguito de siempre que mucho ha servido pa’ que en la mayoría mexica persista la jodencia. ¿Y los “baches” apá?. Creciendo hijo, creciendo y todos los que ves algún día serán toooooodos tuyos. En concluyendo, ¿hasta dónde perjudicará al tricolor esta irresponsabilidad?. A lo mejor en nada, tal vez en poco, quizá en mucho, ya ve que los caminos de la política son inescrutables, pero de lo que no se salva es de la porra de sol que le enviará caluroso saludo cada vez que descubra un nuevo “bache”. Ahí te hablan Arturo Diez Gutiérrez. SUCEDE QUE Y bueno, parece que a Hugo Andrés Araujo de la Torre le vuelve a hacer guiños la madre Revolución. El ex senador, ex dirigente cenecista y ex activista de las causas campiranas de la región de la Laguna se incorpora al equipo de RTC bajo las mejores perspectivas. No se usted como lo vea, pero pa’ mi que Hugo quedaría que ni mandado hacer como líder de la mayoría parlamentaria. Mientras tanto, oiga es interesante la propuesta que toma vuelo a nivel nacional en sentido de desaparecer los consejos estatales electorales permitiendo que el IFE organice también las elecciones locales. La idea apenas en pañales pero tiene su lógica, sobre todo por el dineral que nos ahorraríamos. Y hasta la próxima.