Con todo el Poder de la Información

Luis Alonso Vásquez

Dirección General

Martha Isabel Alvarado

Sub Dirección General

Logotipo Reportes en la Red
El Partenón
Alberto Guerra Salazar

Al rescate de laguna en Reynosa

Alberto Guerra Salazar

José Inés Figueroa

El vaso casi lleno

José Inés Figueroa

Arnoldo García

Desatados

Arnoldo García

Nuevo Laredo

Sí robé, pero poquito

Raúl HERNANDEZ

7 de julio, 2014

Es posible que el nombre de Hilario Ramírez Villanueva, alías Layín, no le diga nada. O muy poco.

Bueno, pues él acaba de ganar las elecciones para alcalde de su natal San Blas, Nayarit, derrotando a una alianza entre el PRI-PVEM-NA. Layín participó en calidad de candidato independiente.

De 2008 a 2011 fue alcalde de San Blas, puesto al que llegó postulado por el Partido Acción Nacional.

El 9 de junio de este año, su  nombre se convirtió en noticia nacional, cuando en un mitin acepto que cuando fue alcalde había robado, “pero poquito”.

“Han dicho que robé mucho dinero. Sí robé, pero poquito, porque no había dinero. Han dicho mis adversarios que me robé 120 o 150 millones de pesos. Ustedes lo saben, compañeros, las presidencias están bien pobres, no hay dinero, ojalá hubieran estado los 150 millones, a ver si no me los llevo los cabrones, esos mismos los hubiera hecho de pura obra”, sostuvo Layín, quien afirmó que durante su administración el ayuntamiento pasaba por una crisis financiera.

Que le robé a la presidencia (municipal), sí le robé, sí le robé, poquito, porque está bien pobre. Le di una rasuradita, nomás una rasuradita, pero con lo que con esta mano me robaba   —dijo ante sus simpatizantes mientras levantaba la mano derecha—, con esta mano se lo daba a los pobres  — y alzó la mano izquierda”, exclamó.

 Ramírez Villanueva se justificó: “A quién no le gusta el dinero, a todo mundo, pero también me gusta mucho trabajar”.

San Blas, es un puerto con poco más de 10 mil habitantes. El oleaje de sus playas lo hace atractivo para los surfistas. En cambio, en ciertas horas del día, nubes de mosquito “jejenes”, azotan a la población, lo que aleja a los turistas.

Layin es un hombre exentrico. Cuando tomó posesión como alcalde del PAN, llegó montando en un caballo pura sangre cotizado en 250 mil dólares. Ya como alcalde, organizaba eventos en los que regalaba coches último modelo.

En su reciente campaña, le pidió a sus correligionarios la oportunidad de volver a hacer alcalde, se comprometió a sacar al Municipio de la crisis financiera y les dijo que “Si llego, compañeros, y no les cumplo, mándenme a chingar a mi madre. Se los digo de frente porque así soy yo, ustedes me conocen”.

Y en respuesta a sus adversarios que lo acusan de ladrón, recordó que “A mí me decían que todos los presidentes municipales cuando salían se iban a vivir a Tepic. pues yo chingué a mi madre, me regresé a Huaristemba (localidad del mismo municipio).

Pese a toda la polémica que provocaron sus declaraciones, que le mereció entrevistas en la televisión nacional, Layín ganó las elecciones. Es posible que a sus paisanos los haya convencido su sinceridad y es que históricamente, los ciudadanos siempre tienen la imagen de que los políticos roban, de tal manera que si el que esta roba, no les parece tan grave, a condición  de que robe poquito, o por lo menos, no tanto como el anterior.

 

Más artículos de Raúl HERNANDEZ
El Partenón
Martha Isabel Alvarado

¿Así o más veloces?

Martha Isabel Alvarado

José Luis B. Garza

La frontera, un tercer país

José Luis B. Garza

Carlos López Arriaga

Doña Luz, su cara oscura

Carlos López Arriaga

Clemente Castro

Van contra la impunidad

Clemente Castro