La señora Adriana González

Alberto Guerra Salazar

25 de marzo, 2010

Dos hechos recientes nos obligaron a repasar rápidamente algunas sesudas reflexiones de estudiosos del tema que no se ponen de acuerdo acerca de si estamos frente a un Estado fallido. Por supuesto, el Presidente de la República rechaza enojado que el mexicano sea un Estado fallido, entendido éste como el sistema político que rige la vida colectiva y que encarnado como gobierno se encarga de su bienestar. Los dos eventos aludidos en el primer párrafo son el descubrimiento del presidente de la cámara de diputados de Baja California en completo estado de ebriedad, armado y drogado, y la aprehensión de policías federales involucrados con bandas de secuestradores. Nuestra apresurada conclusión es que sí, el Estado falló en su más elemental obligación de garantizar la vida y los bienes de los mexicanos y cosa peor, no por incapacidad o negligencia, sino por connivencia, complicidad, encubrimiento y simulación, que es la peor cara de la corrupción. El presidente del Congreso local de Baja California (una entidad federativa gobernada por el PAN), de nombre Víctor González Ortega, fue sorprendido por policías municipales cuando escandalizaba a un lado de su vehículo oficial, a metros de su casa. El líder de los diputados de mayoría panista fue video-grabado por un agente uniformado para que quedara constancia de la manera en que se produjo el encuentro donde él aceptó estar ebrio, armado y en posesión de una bola de cocaína. El escándalo revelado por la prensa estalló casi un mes después y obligó a separar al diputado panista de la presidencia camaral aunque también rebotó contra el uniformado que lo video-grabó pues lo corrieron de la chamba. El otro evento policiaco es la aprehensión de otros policías federales que participaron en el secuestro de ricos empresarios de cuyos detalles no vale la pena ocuparse pues se trata de corrupción recurrente. Como actores consumados, los políticos fingen que trabajan por México, especialmente por los pobres, y con ese disfraz van exprimiendo presupuestos, agotando recursos, saqueando tesoros públicos, hinchando cuentas personales, acumulando bienes ajenos. Luego ocurren estos episodios que los encueran frente a la opinión pública como las lacras que son, inmorales, viciosos, desprovistos de escrúpulos, de valores, de conciencia social. Si acaso el Estado fallido tiene capacidad de auto-regeneración, ésta no puede ser de ninguna manera de abajo hacia arriba como lo pretenden algunos ingenuos Gobernadores en su sindicato. Regresar al viejo formato de una policía municipal con mando único en cada Estado, es decir, dependiente del poder ejecutivo local y no de los alcaldes, no resuelve el problema de la colusión de los uniformados con los delincuentes. La solución es, si acaso es posible aplicarla, que cese la corrupción en los altos mandos de las policías federales y de sus más altos jerarcas. Cuando la policía federal esté vacunada contra los sobornos, ningún policía estatal o municipal se atrevería a infringir la norma. Actualmente, algunas policías locales ni siquiera tienen la opción de rechazar el dinero sucio pues entonces se convertiría en plomo, como les consta a jefes victorenses. El escándalo del día en Tamaulipas es la fuga masiva de internos federales que volaron del penal de Matamoros junto con dos custodios. El patético Secretario de Seguridad Pública José Ivés Soberón Tijerina inauguró tardíamente en este gobierno la modalidad de la conferencia de prensa, para dar a conocer que todavía no saben cómo ocurrió el escurrimiento colectivo de 38 reos del fuero federal y 3 del fuero común. Se les ocurrió como maniobra desesperada para “apaciguar” a la Opinión Pública dictar la fulminante destitución del director estatal de los penales, que apenas tenía unos meses de estar tratando de acomodarse, infructuosamente, en la dependencia, pues hasta sus subalternos victorenses se le amotinaron. El señor Orlando Saucedo Pinta no es culpable de nada, si acaso de entretener sus ocios organizando las funciones de teatro que Ivés le ordenó, para hacer matar el tiempo a los internos sin que nadie se los reproche. Salieron más creativos los hoy prófugos pues montaron una función que tiene con la boca abierta de asombro a los tamaulipecos pues no entienden cómo fue que desaparecieron. Tampoco resolverá nada que corran a Ivés Soberón, total, ya faltan pocos meses para que se vaya con viento fresco este gobierno y llegue el otro, con su nueva carga de esperanzas del cambio. En Río Bravo, el alcalde Roberto Benet Ramos puso en circulación dos nuevas patrullas y entregó radios de comunicación, uniformes, camisetas, chamarras, botas, gorras y furnituras. Fueron casi dos millones de pesos los que se gastaron en el reforzamiento de seguridad pública, con recursos del subsidio federal combinado con dinero propio y del gobierno del Estado. Benet pidió a los uniformados seguir honrando el compromiso con la sociedad y el ingeniero Eugenio Hernández Flores, de ofrecer a los riobravenses seguridad pública a todas horas. También ocurrió el miércoles en Río Bravo un doble evento político donde quedaron formalizadas las candidaturas del PRI para Roberto García Martínez a diputado local, y de Raúl Bocanegra Alonso del Partido Verde a presidente municipal. El abogado, ex diputado local, ex líder estatal de la CNOP y presidente de la comisión municipal de procesos internos, certificó la legalidad de la convención distrital de delegados que eligió al médico García Martínez como su “gallo” para la diputación. Y el presidente estatal del Verde René Castillo de la Cruz entregó a Bocanegra Alonso el título de candidato de alcalde, en una ceremonia donde predominó la militancia del PRI pues el Verde no tiene ni dirigencia ni oficina en Río Bravo. Bocanegra no es monedita de oro y de ello surgen testimonios todos los días pues crece el repudio por su postulación por estimarse que no reúne ni el perfil ni la vocación para seguir viviendo de la política. Sobre el particular, el ex diputado local Guillermo Hurtado Guillén se hizo públicamente la pregunta de cuáles beneficios, obras, ganancias, desarrollo o progreso ha conseguido Raúl Bocanegra para Río Bravo en sus dos actuaciones como representante popular. No hay respuesta porque no ha conseguido nada, dice el mismo Memo. Mientras tanto, el alcalde de Matamoros Erick Silva Santos puso el ejemplo a los servidores públicos al hacer un importante desembolso personal como contribución para la Cruz Roja en el arranque de la colecta anual. En el salón “Benito Juárez” del palacio municipal el alcalde y su esposa Marisa Castañeda hicieron un llamado a los matamorenses para dar una respuesta generosa al llamado de la benemérita institución María Teresa Cavazos Garza agradeció a nombre del patronato que preside el apoyo dado por el Ayuntamiento a la Cruz Roja, pues permitirá seguir ayudando a la gente de Matamoros, como lo hizo en 2009 con casi 6,500 servicios. Juan Villafuerte Morales, dirigente local de la CTM y presente en la ceremonia, adelantó que la gran familia obrera dará como siempre su óbolo a la noble institución. Pero si de nobleza se trata, ayer se extendió un emotivo testimonio de reconocimiento a la señora Adriana González de Hernández Flores, por su gestión de casi seis años al frente del DIF-Tamaulipas, con programas que han beneficiado a los que menos tienen. La señora Adriana recibió el título de La Mujer Victorense más Distinguida del Año, un reconocimiento instituido desde hace 39 años por el Centro de Capacitación Incorporado “Ignacio Manuel Altamirano”, que tiene el auspicio de la Fundación Oralia Guerra de Villarreal. La ceremonia ocurrió por la tarde en el teatro del Centro Cultural Tamaulipas y los oradores hicieron destacar que la señora González de Hernández Flores nunca se detuvo por el mal tiempo, enfermedades o cansancio para cumplir su función. Es cierto. La joven esposa del Gobernador tiene un temple especial pues ni el ataque a balazos que sufrió la camioneta oficial del DIF por una confusión, la hizo detener el ritmo de trabajo. Bravo por ella!. Correo electrónico albertoguerra65@hotmail.com