Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
6 de abril, 2010
Ni como negar que el país esta colapsado. En lo moral arrastrando vergüenzas que nos colocan frente al mundo como una nación de cínicos, por aquello de la corrupción y el descaro pa’ aceptarlo sin el más leve sonrojo. Así somos y lo seguiremos siendo, parece ser la máxima que nace, crece y se multiplica desde las raíces más profundas del sistema. En lo político cargando con toneladas de inmundicia que ni arrepentimientos ni misas de cuerpo presente han podido borrar. En lo económico psss pa’ que le digo si cada vez que revisamos los bolsillos confirmamos que la jodencia llegó pa’ quedarse pese al optimismo del secretario del Trabajo, en sentido de la creación de más de doscientos mil empleos en lo que va del año. Que bien que dicho funcionario no cuenta los que se han perdido ni revisa las cifras de Coparmex cuyo líder nacional recién señaló exactamente lo opuesto y lo que “es más pior”, dejándose caer contra el gobierno ante la presencia de FCH, mismo que en la ocasión ni pío dijo. Nuestra amada nación está colapsada, insisto, tanto que hasta la madre naturaleza aprovecha poniéndole más sabor al caldo. Eso de Baja California es prueba de que todos somos culpables de habitar este rincón del universo hasta que se demuestre lo contrario. Algo ha de contribuir el desprecio de que hacemos gala cada vez que tenemos la oportunidad de partirle la progenitora a la flora y fauna con que nos bendijo Dios. En este escenario solo faltaba lo más absurdo de la condición humana como la tragedia que envuelve a la familia Gebara-Farah, quien-sabe-quien sea responsable de la muerte de la pequeña Paulette, lo lamentable es que los hechos corresponden al degradante ambiente que vivimos en México sin más seguridad que la que llevamos en la mochila. Recién el escribidor recorrió varias carreteras nacionales. Obvio, los retenes del ejército abundaron con más drasticidad y cuidado que en otras ocasiones al grado de que algunos soldados confesaron no confiar ni en su sombra, mucho menos en pacíficos ciudadanos con vocación de caminantes y aventureros como el de la voz cantante. “Esto ya está bien cabrón” dijo uno al tiempo que frotaba su arma más como amenaza que convencido de que la vigilancia en las carreteras sea parte de la solución al gravísimo problema de la inseguridad. El asunto que los mexicanos estamos atrapados en el infierno en que se convirtió la república. Ya no somos dueños ni de nuestro ocio, mucho menos de la pobre existencia que puede terminar a la vuelta de cualquier esquina. Y ni modo que sea invento. Seguro que esta no es la nación que soñaron aquellos a quienes ahora, a doscientos y cien años respectivamente se les recuerda con pretensiones de agigantar la mexicanidad cuando por el contrario el país aparece en la exacta dimensión de su mala suerte. Porque eso ha sido, una mala jugada del destino como castigo por ser tan heroicos frente a la desgracia política, económica y social, por ser tan tolerantes pues pa’ llamarlo en forma elegante. SUCEDE QUE Este sábado, ¡sí, señora, señores!, este sábado tendremos la grata visita de Bety Paredes que viene a tomar la protesta a Rodolfo Torre Cantú como candidato a gobernador del estado y por supuesto a quienes lo serán a alcaldes y diputados locales. Será, dicen, la magna fiesta del tricolor antes de iniciar las campañas formales en pos de los cargos mencionados. “Y ya que tocaste el punto”, como dijo aquel, la tlaxcalteca viene de ponerse los guantes con algunos “pesaos” de su partido, entre ellos Manlio Fabio Beltrones y todo por el dichoso acuerdo con el PAN en el estado de México que finalmente no quedó muy claro, pero si bastante olvidado. ¡Oh, my God!, esta memoria que “se desborra” ante cualquier provocación y que al paso de los años convirtió a los mexicas de sublimes guerreros en apasionados defensores de la resignación. ¡Ah, bruto!. Hasta la próxima.