Hay que castrarlos

Max Avila

19 de abril, 2010

Pues ya le digo, la iglesia católica enfrenta una crisis tan peligrosa y grave como la que dio lugar a la reforma luterana a principios del siglo XVl, misma que como sabemos, dejó profunda huella de sangre y odio que persiste hasta la fecha. Y es en estos tiempos, mire nada más, casi 500 años después,- todo inició en 1519,- que el sacerdocio está expuesto al juicio popular con agrio sabor para la institución. Tanto y es opinión del escribidor, que la santificación de Juan Pablo ll está en riesgo al probarse que el ex Papa protegió la pederastia o mejor dicho, a ciertos practicantes de este diabólico delito que trae de cabeza al mundo católico. Dicese que entre los protegidos estuvo el padre Marcial Maciel, el de las negras historias en los “Legionarios de Cristo” que hoy sirve de referencia para formalizar la condena mundial. Remember que Maciel fue consejero espiritual de Martita de Fox, por lo tanto fue de enorme influencia durante el reinado de don Vicente en Los Pinos. Y deje que conociendo la perversidad de Marcial no sería raro que fuera quien aconsejó a la pareja presidencial se recetara aquel apasionado beso en la plaza de san Pedro tras conocerse que como matrimonio no sería recibido por el Papa. Cuando el doctor Martin Lutero se rebeló tocó a León X batallar con él. Este León cuyo nombre real era Juan de Médicis,-cardenal a los 13 años, Papa a los 38-, no pregunte porqué, y quien ascendiera al trono después de la muerte de Julio ll en 1513, fue acusado entre otros pecadillos de despachar al otro mundo a algunos de sus enemigos, aunque el gran pretexto del cura alemán fue la venta indiscriminada de indulgencias en plazas y tianguis como si fueran tomates. Claro, las reformas son mucho más profundas y no tan simples como se presentan en este breve espacio, pero baste decir que desde entonces el catolicismo no logra reponerse, “ni se repondrá”, como diría don Teofilito. El asunto es que la iglesia está en crisis y son insuficientes las solicitudes de perdón que recorren los altares de todo el país. Y es que pareciera que la sociedad ha dicho “¡basta!” ante tamaña burla que ofende la moral republicana. Y es ahora también, casi ciento cincuenta años después, que se entiende en toda su magnitud la obra de Juárez y su generación, aunque para esto hubieron de transcurrir confrontaciones que no solo dividieron, sino costaron la vida a millones de mexicanos. Hasta aquí vamos bien, como diría el ranchero. El tema viene a colación porque Antonio González Sánchez, Obispo victorense encabezó una marcha que él llamó “por la paz” que según esto fue un éxito aunque la paz como que no se da por enterada, sin embargo el de la voz considera que el evento fue organizado más bien pa’ encubrir las críticas sobre los actos de pederastia realizados por algunos sacerdotes. A pedimento de compas del arma don Toño tuvo que hacer declaraciones sobre el tema y lea nomás esta perla de descaro: “ el celibato no tiene nada que ver con la pederastia ya que esta se comete en cualquier ámbito social”. ¡Pamplinas!, ahora resulta que el juramento de los curas es nada más un formalismo del que pueden quedar libres porque al fin son hombres que viven en una sociedad pecadora. ¡Uta!, pues no que el Vaticano los envía a redimir al mundo y por tanto no deben caer en tentaciones, aunque le diré que eso de abusar de un menor es mucho más grave que el pecado original y por lo tanto merece hasta castración. Seguro don Toño no se enteró que el mismo domingo el Papa Benedicto se reunió con algunas de las víctimas a los que pidió perdón, sin tratar de justificar la desviada conducta de los sacerdotes pederastas tal cual insiste en hacerlo el obispo victorense. Esa sería la sospechosa diferencia. SUCEDE QUE Los cenecistas de Zacatecas están una disyuntiva. Y es que su líder nacional es gran amigo de la gobernadora Amalia García lo cual implica apoyo al candidato a gobernador perredista de aquella entidad, según aseguran sus cercanos colaboradores. Sea que Cruz López está en un brete de traicionar al PRI. Hasta la próxima.