Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
27 de mayo, 2010
Al PAN se le complican --¿Más?—las cosas en Nuevo Laredo. Junto con el anuncio de que el Tribunal Electoral de Tamaulipas, desautorizó el registro de la candidata a la alcaldía de Tampico, Magdalena Pereza Castillo, aquí se presento la renuncia de los compañeros periodistas Juan Rodríguez Contreras y Pedro Natividad Pérez al quinto lugar de la planilla de regidores del PAN. Lo de Peraza ya de por si es preocupante para el PAN porque está pendiente el recurso de inconformidad que presentó Glafiro Salinas Mendiola impugnando la designación de Salvador Rosas que, al igual que Peraza, fueron impuestos por el Comité Ejecutivo Nacional del PAN. No solo se trata de casos similares, sino que además en el caso de Salvador Rosas es peor, pues antes de llegar al PAN anduvo picando piedra en el PRI, en Convergencia y en el PRD, donde no solo se presentó como candidato a la alcaldía sino que además apareció sonriente al lado del líder nacional, Jesús Ortega Martínez. Juan Rodríguez y Pedro Natividad optaron por renunciar a la planilla porque no están de acuerdo con la forma de hacer política de Salvador, pero además, porque el hombre no tiene palabra. Salvador Rosas ha quedado mal con todo mundo, porque no sabe lo que es tener palabra. Hoy dice una cosa y mañana otra. Antes de la campaña, presumía que nadaba en dinero y que estaba dispuesto a gastarse varios millones de dólares. Hoy los que andan en su campaña se han dado cuenta que no los apoya ni con gasolina, mucho menos con alimentación o al menos botellas de agua. Al hombre le duele el codo a más no poder. Encima de eso, además de que corre el riesgo de que su candidatura se le caiga, sobre su cabeza pende la amenaza de una demanda multimillonaria en su contra que se está gestando en los Estados Unidos y en la que los afectados hablan de un daño de varias decenas de millones de dólares, según una declaración pública que semanas atrás hizo el regidor del PRD, Jorge Valdez Vargas. La campaña de Rosas arrancó mal desde un principio, cuando decidió hacer a un lado a la dirigencia del PAN –al dirigente local, Alberto Bulás, le ofreció el sexto lugar en la planilla y a Glafiro Salinas y ambos optaron por no aceptar—con el argumento de que él construiría su propia estructura electoral. Hoy muchos de que los que han sido representantes de casilla en elecciones anteriores han declinado participar en esta ocasión, porque no quieren tratos con un candidato tan voluble. Si Rosas llega al 4 de julio, se le va a caer el pelo, cuando le presenten el presupuesto de todo lo que hay que gastar ese día, desde proveer de transporte, radios de comunicación, comida, gratificaciones y más para los representantes de casillas. El propio Rosas ya vivió en carne propia el desprecio de panistas y el rechazo de los ciudadanos, cuando en su arranque de campaña junto alrededor de 250 personas, con todo y show de payasos y con todo y la presencia de los migrantes que suelen estar todos los días en la plaza Hidalgo. Tan mal anda la campaña de Rosas que pareciera que más que ser candidato a la alcaldía, anda en busca de una regiduría.