Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
13 de junio, 2010
Hace algunos años, Horacio Garza Garza propuso que los regidores sean electos de manera individual y no en paquete, como sucede actualmente, para que de esta manera siendo candidatos estén obligados a hacer campaña para poder llegar al cabildo. Mientras los regidores vayan en paquete la mayoría de ellos seguirá sin hacer campaña y una vez electos, simularán que trabajan, al fin que nadie los puede destituir, ni reducirles el sueldo, como sanción por no trabajar. Y este es un problema que se da en todos los partidos, pero en especial en la oposición. Hoy vemos que en el PAN que de los primeros candidatos, la única que está trabajando es Martha Chavira, que va en el cuarto lugar; el resto no solo no hacen campaña, sino que ni siquiera simulan hacerlo. Los que ocupan los tres primeros lugares de la lista no trabajan, pues sienten que aunque el partido pierda, ellos ya ganaron. Por eso inician su día al filo del mediodía. En el PRD son pocos los que hacen campaña. A los que más se les ve es a Sergio Martínez y a Talina Alvarez Sánchez, que van en el primero y en el tercer lugar. Cada uno trae grupos de alrededor de 20 activistas que lo mismo hacen caminatas o se instalan en cruceros a repartir propaganda. Así deberían de trabajar cada uno de los 16 candidatos a síndicos y regidores y otro sería el resultado de las elecciones. Por otra parte, Salvador Rosas, el hombre que presume ser dueño de un avión y que ofrece dos mil 500 dólares a quien capture en video a los que le roben o dañen su propaganda, organiza loterías gratuitas donde los regalos son una lata de puré de tomate, un rollo de papel sanitario, un kilo de harina de maíz, un bote de aceite y otra clase de artículos de la canasta básica. Los regalos son tan raquíticos que varios de los que andan en su campaña ya le advirtieron que no se vale jugar con las necesidades de los pobres y que darles ese tipo de regalos es tratarlos como jodidos. Pero el hombre, lejos de incomodarse, se limita a sonreír y a decir que los que no estén de acuerdo, entonces que compren y ofrezcan mejores regalos. Si al dar regalos se muestra bastante rácano, cuando se trata de promesas no tiene límites; ahí si ofrece obsequiar casas para los periodistas y policías. Por otra parte, que gran dignidad mostró el agente aduanal Glafiro Salinas al renunciar a su militancia en el PAN. Glafiro había aceptado contender bajo las siglas del PAN, a pesar estar consciente de que una campaña cuesta dinero y que se enfrentaría no al candidato del PRI, sino a toda una estructura electoral construida durante muchos años y a la que es difícil ganarle y sin embargo él había aceptado por el mero afán de que el PAN no se quedara sin candidato. La dirigencia nacional no lo tomó en cuenta, sino que además ni siquiera se molestó en darle una explicación por excluirlo y en esas circunstancias no tenía caso seguir en un partido donde la cúpula no toma en cuenta a los militantes. Glafiro actúo con una honorabilidad y dignidad que raras veces se ve entre los políticos. Aunque hoy renuncie al PAN, sin duda el día de mañana el mismo PAN puede rectificar e invitarlo a que regrese. O igual puede hacerlo otro partido. Hombres dignos tienen cabida en todos los partidos.