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Una época que se fue

José Luis B. Garza

29 de agosto, 2016

• Nostalgia en Reynosa

• Juan Gabriel y la política

• Ni con Chente ni con Temo

 

Querer separar la vida artística de aspectos o actividades que pertenecen más a la política y fenómenos sociales no siempre es posible, aunque sí, dependiendo de la figura artística de que se trate, el nivel de participación en actividades políticas es de diferente intensidad y ello está en razón precisamente de sus conceptos personales, ideología y grado de activismo.

Los hay quienes abiertamente se convierten en críticos de un sistema, como los que abrazan con firmeza su defensa. En México y Estados Unidos hay muchos ejemplos.

La reflexión obedece a la muerte de Juan Gabriel.

Sin duda uno de los grandes personajes que establecieron toda una época en la música, inicialmente de México, para hacerse extensiva a muchos países, contando algunos donde no se habla español como idioma dominante.

Pero en el caso concreto de la frontera y más preciso en Reynosa, hace ya más de un par de lustros, el palenque de la Feria  (y exposición) era el gran escenario de famosos artistas que tenían la oportunidad de ser admirados, y el público de ambos lados de la frontera de poder acceder a presenciar la actuación de figuras artísticas de fama internacional, donde quizá la mayor sensación era provocada por la presencia de Vicente Fernández y Juan Gabriel, que en la plenitud de sus facultades artísticas satisfacían a su público hasta el delirio.

Las ferias, en su inicio, allá por los tiempos del gobernador Praxedis Balboa, fueron creadas, entre otras razones, con la finalidad de mostrar el potencial económico de las ciudades mediante una exposición comercial y ganadera que se alternaba con los llamados juegos mecánicos. Las ganancias de esos eventos, mediante decreto, permitieron en aquel entonces dotar de recursos económicos al fomento de la educación superior, es decir, a la entonces, en proceso de consolidación, Universidad Autónoma de Tamaulipas.

Pero todo evoluciona.

Desde hace algunos años en Reynosa y otras ciudades tamaulipecas no solamente los eventos feriales, sino en general la llamada actividad nocturna se empezó a reducir en proporción inversa al crecimiento del nivel de inseguridad.

Los grandes espectáculos artísticos fueron siendo mucho menos frecuentes.

Lo anterior dio como consecuencia que en la frontera texana se organizaran presentaciones de importantes artistas donde gran parte del público procedía de las ciudades fronterizas tamaulipecas e, inclusive, de Nuevo León.

Las actuaciones artísticas que se llevaban a cabo en la Villa Real de Mission o el Centro Cívico de McAllen, tuvieron un mayor impulso con la construcción de la State Farm Arena (Dodge Arena en su inicio) de Hidalgo y el Centro de Convenciones de McAllen, con el consecuente impacto social y económico.

Pero si se trata de conocer la participación política de Juan Gabriel, gran embajador involuntario de México en Estados Unidos y otros países, personaje cuya muerte conmueve en este momento a millones de personas en varias naciones, debemos quizá ubicarlo como un simpatizante circunstancial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuando menos en las postrimerías del siglo pasado y principios del actual. 

Respaldó en su momento al ex presidente Salinas de Gortari y confirmaría su preferencia partidista cuando en la campaña del año 2000 por la Presidencia de México en la que contendieron Cuauhtémoc Cárdenas por el Partido de la Revolución democrática (PRD), Vicente Fox, por el Partido Acción Nacional (PAN) y Francisco Labastida Ochoa, por el PRI, hizo una aportación musical que se convirtió en una especie de coro de campaña “Ni Temo ni Chente, Francisco va a ser presidente” (Vicente y Cuauhtémoc) denotando sin duda su preferencia por Labastida. Hay que mencionar que esos fueron algunos pocos destellos de opinión política del Divo de Juárez, como se le llamaba.

En su actuación diaria con respecto al público nunca hizo distinciones ni fue un activista político. Su entrega era plena.

El 22 de septiembre estaba programada su presentación artística en la ciudad de Hidalgo, Texas.

Hoy la muerte de Juan Gabriel y la ausencia de los escenarios en forma intensa de Vicente Fernández, marcan el fin de una época. Sólo los recuerdos y la nostalgia quedan de toda una forma de vida que en el mejor de los casos sufre una evolución, pero en el peor, se encuentra en extinción.

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