Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
10 de julio, 2010
El Gobernador Eugenio Hernández Flores llegó a Nuevo Laredo para recorrer el río Bravo y observar las consecuencias de la creciente que alcanzó los 13 metros, la tarde del jueves, con un gasto de 6 mil 100 metros cúbicos por segundo. Hernández Flores supervisó el río desde un helicóptero, acompañado del alcalde Ramón Garza Barrios y al término de su recorrido visitó el puente internacional número I, donde se reunió con el mayor de Laredo, Raúl Salinas, quien le informó que horas más tarde se reabriría a la circulación ese cruce. Para esa hora, las tres la tarde, el nivel del río ya estaba en 11 metros y centímetros y desde lejos se observaba un hueco entre el río y la plataforma del puente. El mandatario informó que se solicitó a la Secretaría de Gobernación y a la Comisión Nacional del Agua incluir a Nuevo Laredo entre los municipios declarados zona de desastre para que reciban apoyo del Fondo Nacional de Desastres Nacionales. Como si los efectos de la creciente fuesen poco, a la reducción en la presión del agua, el cierre del puente I, el cierre de buena parte del bulevar Colosio y el desalojamiento de vecinos en las colonias El Remolino y el vado que une a las colonias Benito Juárez y Fovissste, ayer se sumó un nuevo problema al desbordarse el río Salado en su cruce con las carreteras Anahúac, Nacional y Ribereña. La carretera nacional estará cerrada entre tres y cuatro días. La ribereña se reabrió después del mediodía de tal forma que quienes deseen viajar al sur del país deben usar la ruta Nuevo Laredo-Mier-Monterrey. El Gobernador garantizó que habrá mucha vigilancia del ejército y de elementos de la Policía Federal Preventiva para garantizar la seguridad de los viajeros. El cierre de la nacional de inmediato dejo abierta la posibilidad de que se pudiese provocar desabasto de alimentos, en el supuesto de que los supermercados y cadenas nacionales no quisieran usar la ruta Monterrey-Mier-Nuevo Laredo para surtirse. Ante ello se convocó en la presidencia municipal a los gerentes de las cadenas comerciales y en el caso de las tiendas Oxxo, con sus 116 sucursales, ofrecieron vender un máximo de cinco artículos de cada producto para evitar acaparamientos. El gerente de los Oxxos, Alejandro Guzmán, aclaró que en las tiendas se tienen productos perecederos para dos días y no perecederos para siete, en promedio, pues hay artículos en cantidades suficientes para cubrir las ventas hasta de un mes. En fin no hay que adelantar vísperas. Aunque la carretera nacional este cerrada varios días, no debe haber motivo de pánico para que se provoque un desabasto, menos cuando las tiendas de Laredo, Texas están abiertas. La creciente del río provocó molestias a la ciudadanía, pues a nadie le gusta tener poca presión de agua en su casa, o enfrentarse al cierre peatonal del puente I, o desalojar sus casas temporalmente. Sin embargo, dentro de todo esto, lo más importante es que se protegió la integridad de las personas. Ciertamente perder bienes nos duele, pero peor es perder la vida. Lo material se recupera, muy lentamente si usted quiere, pero en cambio la muerte no tiene remedio.