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A que risa...

Raúl HERNANDEZ

31 de julio, 2010

“A qué risa me dan los políticos”, es el nombre de un jocoso libro escrito por Jorge Mejía Prieto, donde recoge anécdotas de los políticos mexicanos del siglo XX.

Pues bien, hace un par de días leímos una declaración del Delegado del Instituto Nacional de Migración, Sergio Octavio García Barba, en la que decía que estaban preparados para recibir a los deportados por la entrada en vigor de la Ley Arizona.

Para empezar a esos paisanos se les va a deportar por  otras fronteras y no por el área de los dos Laredos. Pero además eso de que están preparados es mera pose, pues preparados sería tener disponibles refugios temporales, con clima artificial, alimentación básica y espacios para que los deportados puedan dormir con cierta comodidad. Además, habría que tener disponibilidad de aparatos telefónicos  desde donde los deportados puedan hablar gratuitamente para ponerse en contacto con  sus familias; también se requiere del servicio telegráfico y aún el de mensajería, para las zonas rurales donde no hay teléfono; habría que tener presupuesto para enviarlos de regreso a sus lugares de origen; ayudarlos a conseguir empleo y casa a los que se quieran quedar en la frontera; ofrecerles entretenimiento y recreación mientras permanecen  en los refugios.

Cuando el joven García dice que el Migración está listo para recibir a los deportados, lo que quiere decir, es que no hay restricciones para que   crucen el puente hacia el lado mexicano.  A eso se reduce toda la ayuda oficial para los deportados, para nuestros paisanos que forman parte del discurso del gobierno cada vez que se hace un recuento del tamaño del Producto Interno Bruto. Son los paisanos que en época de semana santa,  en el verano o en  diciembre, cuando regresan al terruño, se convierten en parte esencial de los discursos y se les recuerda que a su regreso a México son bienvenidos, cuando en realidad se les victimiza, porque toda clase de autoridades abusan de ellos y los extorsionan, convencidos de que en Estados Unidos  el dinero que ganan lo recogen con palas. Si a muchos de estos paisanos, que tienen un status migratorio más o menos regular se les  trata mal, peor les va a los que se deporta.

En fin, habrá que agradecerle al joven García que nos haya  recordado el libro de Jorge Mejía Prieto para reírnos de las ocurrencias de los políticos de antaño.

En otro tema, hoy regresan a trabajar los  funcionarios y trabajadores del gobierno municipal y estatal.

Durante las dos últimas semanas, pocos fueron los que se pararon en sus oficinas. En cambio al alcalde Ramón Garza Barrios si participó en  varios eventos. El que también se dejo ver  en la presidencia, el último viernes, fue al regidor Rogelio Soto, con todo y que era su cumpleaños.

Después de estas dos semanas de descanso, no hay pretextos para que funcionarios  y empleados sigan haraganeando. Aunque claro, que no se paren en las oficinas para nada es igual a que vayan, pero no hagan nada productivo y se limiten a sacarle la garra a todo mundo o  andar de  padrotes.

Lo cierto es que en estas dos semanas de asueto se acumularon los pendientes y ahora habrá que sacarlos adelante.

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