Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
4 de agosto, 2010
Mientras se llega el relevo en el gobierno municipal, el alcalde electo Benjamín Galván Gómez cumple con una agenda social muy apretada, que hasta pareciera que sigue en campaña.
Por lo pronto, en uno de sus más recientes encuentros, asistió a una comida que el exjuez del Condado de Webb, Mercurio Martínez, le ofreció a Bill White, aspirante a la gubernatura de Texas.
White ha sido dos veces alcalde de Houston y los analistas políticos texanos lo ven como el más fuerte prospecto para sustituir a Rick Perry, el actual gobernador de Texas.
La comida en honor a White se realizó en el rancho La Selva, propiedad de Mercurio quien tuvo la atención de invitar a Benjamín y a su esposa Martha Aldapa.
Por otra parte, el dirigente local del PRI, Ramiro Ramos Salinas, anunció ayer que el partido abrirá un módulo dental al que le pondrán el nombre de Rodolfo Torre Cantú.
El módulo se localizará en las instalaciones del PRI y ofrecerá atención gratuita a militantes y simpatizantes.
Ramiro Ramos, y los priístas en general, así como ciudadanos apartidistas, recuerdan con mucho cariño al doctor Torre que siempre tuvo distinciones para Nuevo Laredo pues fue la primera ciudad que visitó luego de que los sectores del PRI se pronunciaron a su favor.
También fue la primera ciudad en donde arrancó su pre-campaña y también estuvo aquí cuando inició la campaña constitucional. Un día antes de su trágico asesinato, Rodolfo Torre vio el partido de futbol entre la selecciones de México y Argentina y ahí estuvieron varios personajes de Nuevo Laredo, entre ellos nuestro estimado amigo Héctor Peña Saldaña.
En otro tema, ya se ha hecho una fea costumbre que cada vez que un grupo de alumnos, un equipo deportivo o una asociación de lo que sea, tiene necesidad de viajar a otra ciudad, o aún a otro país, quieren que las autoridades municipales les resuelvan sus problemas, sin ellos poner de su parte, o poniendo muy poco. Si no se les ayuda, levantan la voz para quejarse de la falta de apoyo, cuando la realidad es que la autoridad no tiene obligación de apoyarlos.
Se llega al absurdo de alumnos que terminaron la secundaria, la prepa o la universidad y quieren un padrino que les financie un viaje turístico para celebrar su graduación en el quieren apoyo total, incluyendo dinero para la compra de recuerditos, pues dicen que ni para eso tienen. O se da el penoso caso de jóvenes de clase media que al quedarse varados en Europa reclaman la ayuda del Municipio, porque dicen que ya no les queda dinero.
Nos ha tocado vergonzosos casos de padres quejándose porque se les suspendió la beca a sus hijos, porque reprobaron una materia y el padre dice que eso es injusto porque ese dinero lo necesita para comprar mandado para la casa. Y uno se pregunta: ¿Qué, ese dinero no es para los niños?
Este tipo de casos se dan hasta entre la familia periodística y abundan los casos de a quiénes se les enferma o se les muere un familiar y no esperan a que la autoridad les ofrezca ayuda, van y la exigen.
Este paternalismo se ha hecho una costumbre, pero una mala y fea costumbre.