Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
22 de septiembre, 2010
Liberado ya de la enorme losa que desde hace tres lustros venía cargando en su espalda, ahora Arnulfo Tejada Lara no solo se encuentra más tranquilo, sino que además, está en condiciones de revisar su futuro mediato y a largo plazo.
Antes, el problema de la colonia Los Torres era un obstáculo en su carrera política, porque era aprovechado por sus adversarios para golpearlo y tenerlo acorralado. Cada vez que se le mencionaba como prospecto a una diputación o una alcaldía, los adversarios aprovechaban para desempolvar el caso de Las Torres y hacer notar que con ese antecedente no podía ser candidato a nada.
Con todo y esas presiones, en los últimos años, el dirigente del Movimiento Territorial se las ingenió para mantenerse activo y enfrentar las feroces embestidas de personajes políticos que pretendieron o acabarlo políticamente o meterlo a la cárcel, en el peor de los casos.
Ante las embestidas, Tejada no solo se mantuvo vigente, sino que se dio el lujo de posicionar y fortalecer al Movimiento Territorial y conseguir para su sector, desde regidurías y puestos administrativos, hasta una alcaldía, con Ramón Garza Barrios y una diputación federal, con Cristabell Zamora Cabrera.
La entrega de las primeras 120 escrituras de un total de 1,500 lotes, es el inicio de la solución al problema de Las Torres y con ello Tejada Lara puede revisar lo que quiere para el futuro, puede reflexionar si sigue trabajando para mantener fuerte al MT e impulsar las carreras políticas de otros, o bien sigue con esa misma línea, pero ampliándola e incluyéndose el mismo.
Ahora que si Tejada Lara está contento con la solución de Las Torres, quienes más beneficiados resultaron son los propios vecinos; por lo pronto estas primeras 120 familias que recibieron sus escrituras, tras 24 años de haber llegado a la colonia, en 1986. Hoy ya tienen la certeza jurídica sobre los predios en los que han vivido estos años.
En otro tema, este año sí que nos ha llovido, literalmente, a los mexicanos. Apenas pasa un fenómeno natural que deja miles de damnificados, cuando ya hay un nuevo meteoro.
Hoy es la gente de Veracruz, la de Tabasco y la de otros Estados los afectados por el huracán Karl y tal y como ha sucedido en casos anteriores, los neolaredenses abren su corazón y las puertas de sus alacenas, para apoyar a las miles de familias veracruzanas afectadas.
El alcalde Ramón Garza Barrios activó ayer un centro de acopio para recibir ayuda para los damnificados; el lunes algo similar había hecho ya el PRI; en muchas escuelas, sobre todo particulares, la comunidad escolar está apoyando: y lo mismo ocurre en las iglesias.
Cuando muchos ciudadanos apoyan estas colectas se logra acumular una importante cantidad de víveres, porque aunque ayudemos con una lata de frijoles, si 10 mil familias lo hacen, se consigue un acopio importante.
Ayudemos pues, en la medida de nuestras posibilidades. Hoy hay que hacerlo por los damnificados, quién sabe si algún día nosotros también necesitemos de apoyo y nos gustaría recibir la calidez de la solidaridad de los demás.