Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
1 de octubre, 2010
La realización del segundo encuentro de oportunidades laborales en Nuevo Laredo confirmó lo que decíamos ayer: mientras no haya mejoría en la micro-economía, de nada sirven los grandes avances marco-económicos. De nada sirven todos esos números que hablan de un fortalecimiento en la economía, cuando hay desempleo y hambre.
Durante la citada Feria del Empleo, más de mil personas se dieron cita, desde temprana hora, en el Centro Cívico Carlos Cantú Rosas en busca de una oportunidad para trabajar. El problema es que las empresas participantes solo ofertaron 500 plazas y muchas no son para cubrirse en los siguientes días, sino hasta dentro de algunas semanas y quizá hasta meses.
Pero además, estas Ferias del Empleo no resuelven el gran problema a que se enfrentan millones de mexicanos: ser mayores de 40 años de edad les resta posibilidades de ser contratados.
Parece increíble que a mayor experiencia y mayor edad, las empresas reaccionen negativamente y prefieran no contratarlos. Y es que hay la creencia de que a mayor edad, mayor es el riesgo de que estos cuarentones y cuarentonas se enfermen y por lo tanto dejen de cumplir con sus responsabilidades laborales.
Este problema de la edad podrá resolverse cuando los sectores productivos estén dispuestos a una reforma laboral en la que al trabajador se le pague por horas y no haya antigüedad más que para fines jubilatorios, como sucede en los Estados Unidos, y por eso allá no tiene nada de extraño ver a personas de más de 70 años realizando trabajos acordes a su edad: desde dirigir alguna empresa, estar tras un mostrador o una caja, limpiar pisos, atender al público etc. Cuando ese trabajador se enferma, deja de recibir salario y la empresa está en condiciones de reemplazarlo, sin responsabilidad de su parte, cuando la ausencia dura más de una semana.
Pero pensar en una reforma laboral de ese tipo, es utópico y mientras tanto a los cuarentones no les queda más que ser muy responsables en su trabajo y hacerse a la idea de estar ahí hasta que se les jubile, porque a esas alturas de la vida es difícil cambiar de empleo.
Puede sonar duro, pero la realidad es que a muchas empresas no les importa que un trabajador haya estado con ellos desde hace 20 o 30 años y cuando la salud se convierte en un problema y empiezan a fallar en sus responsabilidades no les importa cesarlos. Y no les importa por una razón: cumplen con todas sus obligaciones con el trabajador, desde pago de salario, vacaciones, aguinaldo, séptimo día, incapacidades etc., y están en su derecho de reemplazarlo para que su empresa pueda seguir adelante. Así, pues, mal hace un trabajador en decir que dejo 30 años de su vida en una empresa y la pegaron con una patada en salva sea la patria, porque la verdad es que durante esos 30 años se le pago todo a lo que tenía derecho, no trabajo gratuitamente.
Pero regresando a la Feria del Empleo, el Director General del Empleo y la Productividad, Francisco Hernández Montemayor, dijo que Nuevo Laredo es la tercera ciudad con más fuentes laborales generadas en el presente año y explicó que en los encuentros laborales uno de cada tres asistentes, consigue empleo.