Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
25 de octubre, 2010
Ya son cinco los candidatos que aspiran a la dirigencia nacional del PAN que se definirá el próximo 4 de diciemnbre.
Mala señal se envía a los militantes al haber cinco planillas, porque aunque los panistas nos pueden decir que esto es un ejemplo de pluralidad interna, la realidad es que la presencia de cinco grupos, apoyando cada uno a su candidato, habla de un partido fraccionado, de cara al proceso electoral del 2012.
Los candidatos registrados son el senador Gustavo Madero, el essecetario de gobernación, Francisco Ramírez Acuña, la exomisionada de Migración, Cecilia Romero, el subsecretario de gonbernación, Roberto Gil Zuarth y Judith Díaz Delgado.
Y mientras que todo esto es en México, a nivel local al excandidato a la alcaldía, Salvador Rosas, se le complica ser admitido como militante activo en el PAN.
Hasta este momento sigue presumiuendo que es amigo del líder nacional, César Nava Vázquez, auqnue en realidad, el que lo contacto fue el agente aduanal Eduardo Garza, verdadero amigo de César Nava.
Para colmo, Eduardo Garza quedó tan molesto con Salvador Rosas, por su falta de palabra, que ya no quiere saber nada de él y no lo quiere de socio y mucho menos de amigo.
Rosas anda emocionado porque algunos de sus amigotes le han hecho creer que en el 2012 puede buscar ser diputado federal por la vía plurinominal, usando como argumento los votos que obtuvo en las elecciones del pasado 4 de julio, donde perdió de calle, pero él piensa lo contrario.
Mientras tanto, con un “pequeño atraso”, de un año, el extrabajador de Setasa, Luis Eduardo Cruz Flores, se presentó afuera de la presidencia municipal y acusó al líder sindical, Atilano Cázares García, de no hacer nada a favor de los trabajadores de esa empresa.
Dijo que en su caso se le despidiò hace un año, sin previo pago de indemnización, por haber cuestionado a Atilano sobre lo que el sindicato hace a favor de los trabajadores.
No dudamos que el sindicato de Setasa sea “blanco”, como de hecho se han convertido la mayoría, pero no deja de ser raro que la denuncia se presente un año después que ocurrió el despido.
Pero además, el caso de Cruz Flores ya es cosa juzgado, la Junta de Conciliación de Reynosa, dicho por él mismo, resolvió a favor de la empresa, una denuncia laboral presentada por el extrabajador, reclamando que se le indemnizara conforme a derecho.
Desde que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio, en enero de 1994, los sindicatos perdieron la combatividad de antaño. Antes, con cualquier pretexto, los sindicatos estallaban huelgas lo mismo contra empresas pequeñas, que medianas o grandes.
Hoy, en cambio, la huelga dejo de ser una estrategia de presión de los sindicatos. Hoy las huelgas no estén prohibidas en la ley, pero sì en los hechos. Pobre de aquel que se atreva a esgrimir la huelga como recurso de presión.
Y si uno revisa lo que pasaba antes, es posible que uno termine concluyendo que maniatar a los sindicatos fue lo mejor, porque en nombre de los derechos sindicales se cometían muchos atropellos y no se dejaba crecer a muchas empresas, sobre todo a las que no tenían contactos legales y políticos con que apoyarse. Claro, a cambio de permitir que los controlen, los líderes consiguen para sí, lo que se les niega a la mayoría.