Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
10 de noviembre, 2010
Ya es una costumbre, muy vieja por cierto, que cada fin de trienio y de sexenio, senadores, diputados, regidores y funcionarios, se auto-premien otorgándose un jugoso bono de fin de la gestión.
Por eso nada de extraño tiene que regidores del PRI estén buscando presionar al alcalde Ramón Garza Barrios para que les autorice un bono de fin de año, aunque, por supuesto, es absurdo que ceda a los caprichos de quienes piden un millón o incluso a los que dicen ser moderados y que con medio millón basta.
Al final este bono terminará en la nada despreciable cantidad de un mínimo de 150 mil pesos y un máximo de 300 mil, cifras nada despreciables que nunca podrá reunir en toda su vida un obrero de maquiladora.
Hay varios ediles del PRI que aseguran que ellos no quieren nada, pero curiosamente son los que al mismo tiempo que son regidores son proveedores de algún servicio Ayuntamiento a través de empresas propias, o propiedad del marido o de un hijo o hija. Así, hasta vergüenza debería darles pretender más.
Claro, al final ningún regidor, o casi ninguno, aceptara que se les pago un bono trianual, pero ni falta hace que lo digan, pues la vox populi está convencida de lo contrario.
Pero dejemos a los regidores disfrutar de su bono final.
Mientras tanto, el Patronato de la Universidad Tecnológica sabe que no recibirá un bono de fin de año y por eso está organizando un sorteo para el 31 de diciembre para reunir fondos y apoyar la educación de jóvenes de bajos recursos.
El sorteo consiste en la rifa de dos vehículos modelo 2011, un automóvil Aveo y una camioneta Tornado. El boleto cuesta 200 pesos y tiene dos oportunidades.
El contador Enrique Alvarez del Castillo anda muy activo motivando a los integrantes del Patronato de la UT para que se promueva ampliamente este sorteo y se venda el 100 por ciento de los boletos.
Es un sorteo que vale la pena, pues además de la posibilidad de ganarse un coche, al comprador le quedará la satisfacción de haber aportado un granito de arena para apoyar la educación de jóvenes que buscan un mejor futuro. Los interesados en obtener boletos pueden comunicarse al número telefónico 890-0000, extensión 135.
En otro tema, quién sabe porque será, pero desde hace algunos meses, ir caminando a Laredo, Texas, se ha convertido en todo un problema.
Todos los días, excepto el domingo, se forma una larga fila de casi dos kilómetros y los que van al final tardan algo así como dos horas en ser atendidos por los agentes de migración estadounidense.
Las largas filas se mantienen entre 7.00 y 13.00 horas y realmente es extraño, pues el paso de peatones por el puente I es el mismo desde hace muchos años, en algo así como entre 12 a 14 mil peatones diarios.
Mucha de esta gente va a trabajar a Laredo, Texas y hasta eso, nadie se queja de que sean acosados por Migración o por la Patrulla Fronteriza por trabajar, muchos de ellos, sin estar autorizados para hacerlo.
Algo deberían hacer las autoridades estadounidenses para agilizar el paso de estos peatones, sobre todo ahora que viene el frío pues estar al aire libre por espacio de dos horas puede dañar la salud de más de uno.