Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
9 de diciembre, 2010
El Alto Comisionado para el Combate a la Pobreza Extrema, Juan Jesús Benavides Hinonosa –que en realidad es bajo de estatura—ofreció un informe de las actividades que se han realizado en los 20 meses que tiene de implementado el programa y dijo que en este lapso, se ha logrado mejorar las condiciones de vida de habitantes de 14 colonias que vivían en condiciones de pobreza extrema, de acuerdo a los indicadores que marca la Secretaría de Desarrollo Social.
A estas familias el gobierno municipal les construyó 116 letrinas, 395 pisos de concreto, se puso en marcha un programa de empleos temporales para 200 jefes de familia durante 90 días, se ofrecieron cursos promoviendo el auto-empleo para mil personas, se instaló un consultorio médico, se ayudó a terminar la primaria y la secundaria a 3 mil 875 personas, entre otras acciones.
Con ello, de acuerdo con Benavides, se acabó la pobreza extrema en Nuevo Laredo, frase que nos parece exagerada, pues aún en New York, Paris y Londres hay gente extremadamente jodida, dicho esto con el mayor de los respetos.
Lo que es indudable es que mediante este programa se tendió la mano a todas estas familias que vivían en el abandono oficial y hoy sus viviendas tienen un mejor aspecto al tener sus pisos de concreto, al tener letrinas ecológicas, al tener acceso a consultas médicas gratuitas y a recibir otros beneficios que sin duda elevan su calidad de vida y qué bueno que así sea, porque todo mundo tiene derecho a temer acceso a mejores condiciones de vida. No hay ninguna ley ni ninguna regla que diga que los pobres por el solo hecho de ser pobres, están obligados a estarlo por los siglos de los siglos.
Hay mucho por hacer, por supuesto, porque no hay presupuesto que alcance para acabar con los rezagos históricos, pero el trabajo a favor de estas familias se hizo y los resultados, están a la vista del que los quiera ver y comprobar.
Dice una conseja popular que negocio que no deja, se deja.
Pues bien, el equipo de beisbol Tecolotes, dijo adiós a Nuevo Laredo y el próximo año ya no participará en la Liga Mexicana de Besibol. La explicación que se da es que no hay dinero para sostenerlo y en esas condiciones es mejor cerrar el negocio.
Los Tecolotes se habían convertido en un círculo vicioso: la calidad del espectáculo que ofrecían era pobre, porque el público no asistía y este no asistía, porque el espectáculo no valía la pena.
Pero además, Los Tecolotes eran una pesada carga para el erario municipal que les cedía la administración del parque de beisbol como si los directivos fueran los dueños, cuando en realidad se construyó con recursos públicos. Al dejar de jugar el equipo, el erario público tendrá un considerable ahorro de muchos millones de pesos.
La gente a la que le gusta el besibol, regresará a ver a Los Tecolotes, --si en el futuro están de vuelta— cuando sean un equipo competitivo y se disfrute cada juego, aún las derrotas.
Desgraciadamente en estos últimos años le ha ido tan mal a los Tecos que se comentaba que aunque en la Liga solo hay 16 equipos, los Tecos estaban en el cuadragésimo lugar.