Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
9 de enero, 2011
La diputada local Rosa María Alvarado Monroy está preocupada porque dice que en Nuevo Laredo cada año cerca de dos mil jóvenes no encuentran espacio en las preparatorias porque no hay cupo, ni en las públicas ni en las privadas.
Además de que hacen falta mayores espacios, también hace falta calidad en la educación que se imparte en nuestras escuelas, en todos los niveles.
Y es que con todo y que una universidad se jacte de que 400 o 500 de sus alumnos obtuvieron notas de excelencia, la realidad es que luego esos profesionistas batallan para encontrar un trabajo mal pagado.
O esta como la otra universidad que acaba de llegar y se está promoviendo y en las pláticas que da a padres de familia y a jóvenes para que se inscriban, los pobres padres y los pobres jóvenes salen convencidos de que cuando gradúen los va a contratar el gobierno chino con un sueldo de 20 mil dólares semanales.
Lo peor es el ITEA promoviendo terminar la primaria y la secundaria en 15 días. Ya nada más falta que ofrezcan doctorados en una semana.
El problema de estos adultos obteniendo su certificado de primaria y secundaria de manera tan vertiginosa, es que si ingresan a la preparatoria normal terminan el primer semestre no solo reprobados, sino avergonzados al ser catalogados como unos jumentos humanos por sus compañeros. Yo espero que ahora que en el ITEA ya no está Yalheel Abdala esto se termine, por el bien de Nuevo Laredo y por el bien de los mismos adultos. Y es que aunque alguien tenga dinero para comprar un título pirata en la Plaza de Santo Domingo, eso no significa que conozcan la profesión que les ampara un papel.
Aquí en Nuevo Laredo tenemos penosos casos de “abogados” egresados de la dizque facultad de derecho de la Universidad Panamericana que no son capaces de sacar de las celdas a un borracho, ni pagando la multa.
O esta la otra escuela que se jacta de que sus alumnos terminan siendo bilingües, aunque no tengan ni idea quién fue Lincoln, ni conozcan sobre la Guerra de Reforma, ni las reglas gramaticales del español o qué es el cambio climático. Y como si por tener un inglés perfecto, tengan asegurado un empleo en la Casa Blanca o de perdido en calidad de asesor del congresista Henry Cuéllar.
Nunca falta la escuela que se jacta de tener alumnos que participan en la olimpiada del conocimiento, aunque no le aclaran a los padres de familia que los esfuerzos de directivos y maestros se centran en ese estudiante, en tanto que se desampara al resto.
Hay muchos vicios y abusos en nuestras escuelas que deben modificarse y mientras las autoridades no lo hagan, a los padres nos corresponde cuidar la educación de nuestros hijos, desde que ingresan al jardín de niños hasta la universidad. No todo mundo puede pagar las colegiaturas de Oxford , Yale y ni el Tec de Monterrey, pero tampoco podemos condenar a nuestros hijos a estar en una universidad patito en la que terminen con una calificación perfecta, pero sin saber nada de nada de la profesión que supuestamente estudiaron.
De estas universidades patito, hay que cuidarse.