Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
22 de febrero, 2011
1.-La actitud del dirigente tricolor en la entidad es loable y hasta heroica. Haga de cuenta Batman en ciudad Gótica. El hombre pretende reunirse con diversos íconos de la administración pública a efecto de que asuman su responsabilidad con el partido que les otorga la calidad de vida que tal vez, imaginaron jamás.
Lucino Cervantes querrá recordarles que además de la virgen del Chorrito también al PRI debenle su ascenso social y económico que tampoco es pecado, aunque sí agradable travesura de la suerte. En este sentido el escribidor supone que el líder está en posibilidad y derecho de exigir lo que a cuotas y aportaciones especiales corresponde. De algo hay que sobrevivir y si alguien lo sabe, bien que lo sabe, es justamente “Luchino”.
A como están las cosas lo más seguro es que alguien de inequivocada influencia haya sugerido pasar por la báscula de los sacrificios a los que suponen que el poder les llegó no solo por selección natural muy cercana a las locuras de Darwin, sino por simpáticos, buena onda y miembros de la bendita generación que ahora tiene en sus manos el destino de Tamaulipas, lo que aquí entre nos puede ser bueno, malo o regular, depende, en el entendido de que es pronto pa’ enjuiciar lo que la realidad ya se encargó de calificar, incluso rebasar.
Aceptemos lo primero, sea que puede ser bueno, y evitemos la pesadumbre y depresión que parece convertirse en el pan nuestro de cada día. Y de paso salvemos el deshonor de ser acusados de patibularios, siniestros y quien sabe cuántas yerbas más que ipsofacto acuden cuando de ofender de trata.
El asunto es que “Luchino” está en la obligación de colocar a los funcionarios en el retén contra la ingratitud. Y de ser necesario, enviarlos a un curso intensivo que los libere de las malas artes que algunos utilizan pa’ salvaguardar de que consideran “les llegó porque lo merecían”.
Sin embargo “Luchino” tiene el problema de por dónde empezar, digo porque en estos tiempos lo menos recomendable al PRI es no querer “pasarse de rosca”, con eso de los tantos más cuantos ex alcaldes que juegan a las escondidas cuando no hay ni siquiera el intento de buscarlos.
2.- “Me van a extrañar”, solía decir en las últimas semanas de su gobierno Eugenio Hernández Flores. Y creo que salió cierto. Aquí solo se culpa a las malditas circunstancias, pero de que el estado luce semiparalizado es indiscutible.
Existe confusión mientras las dudas presiden la mesa de cualquier reunión familiar o social. El tema es el mismo y mucho tiene que ver con la incapacidad e inexperiencia de los benefactores del poder. El problema es que transcurren los días, las semanas y los meses y no se ve por donde llegue la confianza, con el agregado que agrava la situación, es decir, la confrontación y el desprecio a los medios de comunicación que nada tienen que ver con la falta de oficio político, mucho menos con la soberbia oficial.
Ojo, porque la ingobernabilidad ya toca a los oídos de la conciencia ciudadana.
3.-También en Chihuahua hace aire. Sabrá que la última prohibición de las autoridades estatales es que los jefes besen a las secretarias y por supuesto tampoco lo hagan entre hombres. Lo primero de sublime caricia pasa a ser un pecado, lo segundo de pecado podría conducir a la intimidad y pue-que hasta la destrucción hogareña.
Lo cierto es que por allá pretenden evitar malos ejemplos y peores intenciones. Y uno que luego, luego piensa en la carne que es débil y pronta al entendimiento “de bulto” entre archivos, documentos, escritorios que ni medidos y uno que otro oficio pendiente de firmar.
¿Tan dominados están por Satanás que son necesarias dichas disposiciones?. Ya sabe, lo prohibido puede ser lo más sabroso.
Acá fueron las minifaldas y los escotes, allá son los besitos que por inocentes apenan. Por fin, ¿o van a trabajar o a buscar el dulce alivio de las carencias?.
Claro, hay de besos a besos, ¿qué tal el de Judas?. O el de los españoles que Juan Lejido con sus “Churumbeles” presume que puede darse entre hermanos o en la mano, pero un beso de amor no se le da a cualquiera”, y eso que la hembra lo lleva muy dentro del alma. ¡Y olé!.
Y hasta la próxima.
(sarama@live.com.mx)