Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
24 de febrero, 2011
1.- Yo digo y sostengo que en el PRI estatal se acabaron los líderes. Ahí prevalece una especie de sequía que amenaza trascender más allá del proceso del 012. Ojo, hay quienes desempeñan los respectivos cargos, tampoco es que exista abandono, pero si una ausencia de emoción que alegre y haga cimbrar de entusiasmo a las multitudes, estas últimas que dicho sea, hasta son evitadas pa’ suprimir compromisos a la hora de cambiar votos por escrúpulos.
La emoción tricolor que antes fuera motivo de existencia revolucionaria reflejada en todas las acciones que tenían que ver “con la institucionalidá”, paso a ser simple referencia al momento del trueque electoral. “Tú me das una despensa o su equivalente en pesos y centavos y yo en secreto entrego mi virginidad adornada con indeleble tinta y foto al canto”.
Disculpe que insista, pero hace tiempo, mucho tiempo que los auténticos liderazgos fueron sepultados en el tricolor. La palabra, mejor dicho el discurso, es lectura de extraños sentimientos que nada tienen que ver con el quehacer social.
Pa’ ser más claros, ya no se trata de convencer sino vencer, utilizando artes que entre más sucias, mejor celebradas entre promesas que más bien parecen blasfemias o mentadas, que pa´l caso es lo mismo.
Y ni modo que sea mucha ciencia comprobar que el PRI cambió pa’ ser peor y no pa’ solventar y salvaguardar la mística heredada por quienes fueron considerados hacedores del poder, porque créalo, el poder emergía de la fuerza partidista y no como ahora, entre la extravagancia del cangrejo. Ir hacia atrás desnudo, parece ser la mejor oferta para el violador de ilusiones.
Por ello no extraña que “Luchino” Cervantes sea dirigente. Y no extraña porque es producto de su tiempo. Al margen de que lo estimo porque conozco el esfuerzo que le llevó a vencer todas las dificultades estos últimos 35 años, al margen de ello digo, creo que no debiera colocarse la armadura de líder que no le corresponde porque está hecho pa’ asuntos más sublimes.
2.-Todos sabemos que “Luchino” es un excelente estratega aun para salvar causas perdidas y sin embargo ahora lo colocaron en el lugar equivocado. Capacidad le sobra, pero su personalidad está inventariada en el archivo muerto del camposanto.
Que fue un acto de justicia nombrarlo al cargo es indudable, pero que se daña al PRI porque le arrebata un activo, también es indudable. Yo prefiero al amigo que juega con las barajitas marcadas y no al desconocido que llegada la novena entrada no sabrá qué hacer con la pizarra empatada, las bases llenas, dos outs y el bateador en tres bolas y dos strikes.
En este escenario recuerdo a “Luchino” que no es líder y por lo tanto está imposibilitado pa’ mover las multitudes que requiere el PRI pa’ rescatar las expectativas de una sociedad que navega en las turbias aguas de la desconfianza.
Ahora el esfuerzo ha de multiplicarse y no se ganará solo con buenas intenciones y de recursos económicos ni hablar. No pido que renuncies “Luchino”, tampoco sería justo, , pero sí que conserves la discreción que te convirtieron en el misterioso desaparecedor de fantasmas. Deja las declaraciones, no te las va a creer. ¡Ah!, otra cosa, por ahora olvida los reflectores. Disculpa, pero alguien que te estima te lo tenía que decir, sobre todo ahora que las sirenas cantan a tu alrededor.
SUCEDE QUE
Un abrazo a mi amigo Pedro Reyes Martínez con los mejores deseos de pronto restablecimiento. Mucho ánimo, “chacha” que todo ha de ser pasajero.
En el inter parece que ya hicieron equipo Diódoro Guerra y Norberto Treviño García-Manzo. Este jueves al primero se le vio salir “más alegre que a María” la de la canción, del despacho del titular de Salud. ¿Acaso los sueños sexenales desde ahora toman vigencia?. Digo, ya ve que el poder rejuvenece o recicla el tiempo, que no es lo mismo pero es igual.
Mientras tanto, persiste la inconformidad de la tropa reporteril por la insistencia de colocarlos en indignos “corrales” donde les resulta imposible cumplir con su trabajo. A eso agregue el mal humor de guaruras siempre dispuestos a agredirlos. ¿Dónde están las organizaciones de periodistas u lo que de las mismas queda?.
Y hasta la próxima.
(sarama@live.com.mx)