Viento negro

Max Avila

1 de marzo, 2011

1.-En considerando otra vez las misérrimas circunstancias, sabrá que los panistas ahora sí vienen en serio sobre Tamaulipas, cosa que no deja de ser una desgracia, si es que llegan si no psssss no. Y sin embargo los ahijados de Calderón se mueven en tal sentido sin que hasta ahora encuentren obstáculo o impedimento que les haga desistir de tan maligna intención.

El asunto de Sedesol federal es la pantalla. Desde luego que Irene Alzaga Madaria en su pecado lleva la penitencia y de algún modo sirve como pieza en lo que podría ser el reacomodo político en el estado o la alternancia que pa’l caso es lo mismo. Deja la dependencia, con todo el dolor de su corazón ya lo anunció, pero sabe y entiende que es parte de la estrategia para el asalto del poder regional.

Usted dirá que allí puede permanecer cuando el cargo es idóneo pa’ seguir haciendo “grilla”. Y tiene razón, pero al PAN ya no le conviene que la mujerona siga al frente de la dependencia porque de cualquier ángulo que la vea, ya está muy golpeada por la vida.

Eso quiere decir que los tantos más cuantos años en el puesto y los otros,  la dejaron más desgastada que a “la Adelita” después de la toma de Zacatecas. Sea que se va pero no triste, aunque lo parezca, porque ha sido una militante eficaz, salidora y consecuente con  su partido. Y claro, la compensación le llegará eso-que-ni-que, y a lo mejor hasta en especie, “o de bulto”, como dijo aquel.

La hembra retirase dejando listo el espacio para que arribe, ¿sabe quién?. Nada menos que el tristemente célebre Francisco García Cabeza de Vaca, el mismito que por la torpeza de ciertos “operadores” del tricolor protagonizó capítulos de la política estatal y nacional que le dieron fama, recursos y una popularidad que seguro no concibió ni en sus sueños más húmedos.

Lo grave es que algunos de los tales por cuales “operadores” siguen incrustados en un desangelado PRI que cual aura en tiempos de sequía, no tiene fuerzas ni pa’ clavar las garras en lo más blandito de la corrupta materia. ¡Ah, chingá!.

2.- Lo cierto es que Sedesol en manos de Cabeza de Vaca ha de convertirse en auténtico cuartel de mando mismo del que partirían las estrategias que podrían convertir al PRI en oposición. Digo, considerando que la dirigencia estatal tricolor solo ha hecho un patíbulo de las nóminas oficiales. Y es que, con alguna honrosa excepción, los que ahí desempeñan un cargo insisten en hacerlo con el estómago y no convencidos de la mística revolucionaria que por mística y revolucionaria en ellos parece cosa del diablo.

Así que ojo, el primer zarpazo va por cuenta de Cabeza de Vaca quien llegaría libre de ciertos “enemigos” que le hicieron lo que el aire a Juárez. Es el peligro porque trae hartas ganas de cobrar viejos rencores.

¿Imagina a este sujeto como gobernador del estado?. ¡El corredero caballero!.

3.-El secretario Diódoro Guerra sigue dando la nota. Sin rubor el funcionario declara en esta ocasión que en Tamaulipas existen ¡100 mil analfabetas!, pero que conste, solo entre niños y adolescentes. Olvide usted a los adultos que en sus lejanas comunidades prefieren buscar alimento, vivienda y vestido pa’ sus familias enfrentándose a la naturaleza, que encerrarse a aprender lo que para efectos de sobrevivencia sirve pa’ maldita la cosa.

Así “de bote-pronto” el escribidor puede asegurar que esos cien mil puede multiplicarlos cuando menos por tres y me quedo corto, aun así tendríamos que el diez por ciento en el estado no saben leer ni escribir. Por eso andamos como andamos “y semos lo que semos”.

Y ni modo que sea invento cuando partimos de números aportados por el secretario de Educación quien aquí entre nos, ya tiene miedo hasta salir a comer con “doña Tota”, por los saludos de la raza de sol, no por otra cosa.

SUCEDE QUE

Mientras tanto, uno supone que la verdadera legitimación podría llegar por el lado del congreso. Digo porque el tema de los exalcaldes bajo sospecha sigue siendo el pan nuestro de cada día. A ellos se agregan ciertos ex funcionarios caídos en desgracia y por lo tanto, como Lucifer, arrojados de la nube celestial porque suponían que eran “de a devis”. Ahí te hablan Oscar Almaraz. ¿Y qué tal los enmascarados de la nueva administración?. ¡Ah, bruto!.

Y hasta la próxima.

(sarama@live.com.mx)