Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
7 de marzo, 2011
Llegó como galán de “Aventurera” de los cincuentas. Con el pelo abundante y bien cuidado. Descendió del lujoso vehículo oficial, sin guaruras que estorbaran su andar rumbo al evento que encabezarían Egidio Torre Cantú y Chema Leal. Repartió sonrisas al tiempo que abrochaba el saco obscuro de corte inglés. Fue cuando el escribidor escuchó a una de esas “porristas” que solo aparecen en las promociones cerveceras del Correcaminos: “está bien chulo, y las canas lo hacen interesante con todo y los años que dicen que tiene, hasta parece artista de cine, ¡yo si me aviento un tiro con él!”.
En efecto, el secretario de Salud algo heredó de su padre, porque no pasó desapercibido al resto de las damas a pesar de que arribó casi al mismo tiempo que su jefe, “lo más importante, dicen algunos compas del oficio, es que está aprendiendo rápido de la forma de ser de la raza”.
Ya no es el defeño de los primeros días, cuando hasta las fuentes cantarinas lo molestaban. Tampoco el de los gestos patibularios ante las minifaldas o medias “bubis” al aire que tanto y tan bien presumen las secres de la dependencia. Las que pueden presumir, las que no psssss nomás se quedan en el intento.
Nada de eso, señoras, señores porque ahora es el funcionario que otorgando seriedad y clase al régimen aprendió a reír y a echarle estilo al caminar cual torero en tarde triunfal, con garbo y salero en el centro de la plaza. Solo faltó que alguno de los jugadores de fut americano habilitados como elementos de “seguridad” lo alzara en hombros. Pero ya merito porque “el apantalle” fue general.
Al tiempo, en el lado oeste del teatro “Juárez”, los medios de comunicación acosaban a uno de los “chicos de la película”, el cual, ¡vaya desgaste!, no se cansaba de repetir lo mismo y a quien solo el “franelero” de la cuadra no entrevistó. “Y porque no quiso, porque el pelao ahí estaba”, como dijera el juez de Padilla.
Usted preguntará ¿ a qué viene tanto escándalo si la convocatoria fue a un acto casi de rutina?. Y está en lo cierto, pero, eso “casi de rutina” tiene su razón de ser porque tejieronse rumores que recordaron la ingratitud de hace cinco años, solo que “aquello” fue un domingo pa’ amanecer lunes, ya con el sacrificio consumado en lo más obscuro de la clandestinidad.
De manera que usted se interroga el porqué tanto escándalo sobre lo sucedido este lunes. Pues ahí le voy: es muy probable que dentro de seis años el PRI gobierne de nuevo al país. ¡Oh, Dios cuánta desgracia!, sea que volverán los tiempos heroicos en que los gobernadores eran elegidos desde el centro.
En este sentido y pa’ su conocimiento, el próximo ejecutivo tamaulipeco podría venir de la selección sub-70 con toda la experiencia y ganas de entregar su resto al estado. Digo, ya sin tantas y variadas ambiciones materiales.
¿Un milagro?, no mi estimado, ni siquiera una broma, sino una posibilidad que ha de convertirse en realidad a partir de julio del 012, sea después de las elecciones con sabor a tricolor. Claro, para Tamaulipas estamos a cinco años, ¿y quiénes son los mejor posicionados a nivel nacional?. Elemental; Norberto Treviño García-Manzo y Diódoro Guerra, como dijera Chanito Aguilar, “dos panales muy jumeaos”.
El escribidor puede jurar que a ninguno de “ambos dos” escapa la esperanza de convertirse en el “number one” llegado el momento. No sería difícil gobernar con la ayuda de la tecnología. Y luego con eso de que viajar ya se convirtió en toda una aventura religiosa. ¡Pssss, con mayor razón!.
¿Qué es muy pronto pa’ andar con esas mafufadas?, quién sabe, uno nunca sabe.
Dirá su merced que el mundo es de los jóvenes, pero aquí entran los asegunes, y no pregunte porqué.
SUCEDE QUE
Le digo que Diódoro Guerra insiste en provocar a “la doña”. Ahora la reta a que meta las manos en educación. “Para que lo sepan, gritó ya “a medios chiles” a un grupo de íntimos, en la SET mando yo. Ya verán la desconocida que voy a dar a los hijos de esta vieja chiflada. Si ya lo hice otras veces”. Le juro que así lo dijo.
Y aquí entre nos, a lo mejor lo está cumpliendo porque pa’ empezar, “desborró” del mapa a Arnulfo Rodríguez, tanto que el hombre ya ni se atreve a salir por el pan y menos a las gorditas de “doña Tota”. Tan serio está el asunto que ya el único que le presta el hombro pa´ llorar es “el oso”.
Y hasta la próxima.
(sarama@live.com.mx)