Así nos tocó vivir

Max Avila

11 de mayo, 2011

1.-Por diversas razones la incorporación de Eugenio Hernández Flores al CEN tricolor levanta polvareda, sobre todo cuando en Tamaulipas por cuestiones no remitidas a nadie, la legitimación sigue en lista de espera. Esto hay que aceptarlo como una realidad condicionada por las circunstancias. Y no es crítica ni lamento, simplemente sucede como algo ajeno no solo al quehacer popular, sino a los ordenamientos de la política y la administración pública.

Qué más quisiéramos que todo se deslizara sobre una pista de hielo pero lo cierto es que padecemos dolores imputables solo a los tiempos que nos ha tocado vivir. Jamás imaginamos transcurrir entre laberintos de confusión y sin embargo permanecemos atrapados todo el tiempo, sean los días, las semanas, los meses.

Y esto va para largo y ni siquiera corresponde a voluntad política, como era antes cuando estaba permitido presumir la felicidad que nos otorgaba el vigor y la fuerza de un sistema ahora vulnerable y expuesto al vaivén de hechos inesperados.

Aun así quienes suponen que la historia del estado puede truncarse o cambiar de sexenio en sexenio están  equivocados, simplemente se escriben otros capítulos de una gran obra construida por personajes diferentes.

De manera que el nombramiento de Geño ha despertado polémica. No es para menos cuando a él debemos esta parte de la historia que vive el estado. No es secreto que después de los lamentables hechos del 28 de junio anterior, el gobernador de entonces propuso la solución conocida misma que, considerada la urgencia, fue aceptada de inmediato por la cúpula tricolor. Que algunas cosas no han resultado también es cierto y ello ha de ser comprensible dentro de la inédita situación que afrontamos. Tampoco es para condenar tareas pendientes o buscar justificaciones. Ya le digo, sucede y nada más. Y a los hechos nos atenemos como parte de una sociedad que pese a todo ha de seguir buscando soluciones a su problemática cotidiana.

Eugenio Hernández se reposiciona y de alguna manera altera planes ajenos. Sería deshonesto ignorar que está en posibilidad de obtener algún cargo de elección. El exgobernador aprendió mucho y pronto. Su facilidad para interrelacionarse le valió seguir en política y lo que puede ser más importante, permanecer vigente, aunque eso de lograr una candidatura es otro cantar que a lo mejor no depende de sus intenciones y sin embargo ya está en el juego.

2.-Mientras tanto Elba Esther Gordillo demanda con urgencia el cambio de la estructura educativa. Es más, critica a Calderón, su antiguo aliado, y de paso al secretario Lujambio, asegurando que la política en dicho terreno está equivocada.

Y bueno habrá que recordarle a “la ñora” que ella ha sido uno de los principales obstáculos pa’ que la educación avance. Y ni modo que sea invento cuando está convertida en dirigente vitalicia del SNTE nomás por sus puros “desos”.

Creeríamos a la mujerona cuando pa’ empezar a platicar renuncie al cargo y a todos los privilegios que la han dado poder y recursos pa’ controlar al sindicato más importante de América latina.

En cuanto a la “urgencia” de cambiar los métodos educativos no pasa de ser un cuento que no divierte  ni a los lactantes de guardería.

Por cierto se acerca el Día del Maestro y hace muchos años que no se observaba en el gremio tamaño resentimiento. Y no pregunte porqué.

SUCEDE QUE

A lo mejor a usted ni le importa, pero está tan desesperado el PRI que envió a Bety Paredes a reforzar a Peña Nieto. Pue-que resulte, pue-que no, pero de que están metiendo lo “más pesao” al estado de México eso-que-ni-que. Y conste que el PRD con Alejandro Encinas decidió irse por la libre.

Mientras tanto no deja de ser significativo que Gustavo Madero señale a Margarita Zavala como valiosa militante panista merecedora de cargos de elección. Sea que pudiera convertirse en senadora o de perdis repetir como diputada federal.

Y hasta la próxima

(sarama@live.com.mx)