Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
17 de septiembre, 2011
En 1972 el cineasta Arturo Ripstein dio a conocer su película “El Castillo de la pureza”, cuyo argumento gira en torno a un hombre que está convencido de que lo que sucede en el mundo exterior es dañino para su familia y decide mantener aislados, en su propia casa, a su mujer y sus tres hijos durante 18 años.
El argumento está basado en una historia real, ocurrida en la década de los años cincuenta del siglo XX, en la Ciudad de México.
Así como ese hombre ocultó a su familia lo que estaba pasando en el mundo exterior, igual actúan algunos gobernantes en el tema de la inseguridad.
En el 2009 y el 2010, tanto el gobernador como el alcalde de Nuevo Laredo, Ramón Garza, insistían una y otra vez que la inseguridad de la que hablaban los ciudadanos no era real y hasta se molestaban con quien los inquiría sobre el tema. Eso sí, salían a la calle en camionetas blindadas y decenas de guardias de seguridad.
Hoy todavía hay quienes creen que la estrategia de los ex gobernantes es la correcta dizque para no espantar a los visitantes ni a los residentes, pero hay quienes creen que la información debe fluir y que la gente tiene que estar enterada de lo que está pasando y que cada quién decida las medidas preventivas que debe tomar para protegerse.
Con las fiestas patrias muchas familias salieron a festejar al lado de las autoridades, y otras más prefirieron festejar en casa.
En todas las ciudades se montaron sistemas de seguridad impresionantes y tan solo en el caso de Nuevo Laredo se movilizó a 250 militares, 100 agentes viales, 30 de la PET y otro tanto de agentes federales que revisaron a todo aquel que fue a la ceremonia pública del grito.
Igual se hizo en todos los municipios y aunque en Victoria estalló un coche bomba justo a la hora del grito, fue a más de dos kilómetros de distancia del lugar de la ceremonia oficial y no hubo víctimas que lamentar. Salvo este incidente, el saldo fue blanco en todo el Estado, los sistemas de seguridad establecidos por las autoridades resultaron efectivos. Y aunque habrá quien se haya sentido ofendido por haber sido revisado al momento de ingresar al área donde se celebró la ceremonia, al final del día seguramente ha de haber cambiado de opinión.
Por otra parte, esta semana puede ser clave para que el cabildo destrabe el tema del presupuesto de obra pública, detenido porque dos regidores quieren que se les dé un millón y medio de pesos a cambio de su aprobación. En realidad sus votos no se necesitan para sacar adelante el programa y lo mejor sería no aceptar sus chantajes. El tema viene enlazado con el plan de hacer efectivo un crédito de 500 millones de pesos que ya está autorizado por el Congreso y publicado en la Ley de Ingresos del 2011 y para lo cual tampoco se necesita la autorización de estos dos regidores, una oposicionista disfrazada de priista y un mercenario, disfrazado de panista.
No sabemos en que vaya a terminar toda esta historia en la cual sus principales actores se están exhibiendo en privado como mercenarios, aunque en público aparentan traer piel de oveja.