Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
7 de noviembre, 2011
Este domingo 13 hay elecciones en Michoacán y las encuestas marcan a la candidata del PAN, María Luisa Calderón Hinojosa, como favorita para ganar la gubernatura, seguida del priista Fausto Vallejo Figueroa, en tanto que el perredista Silvano Aureoles Conejo sería relegado a un tercer lugar.
El proceso electoral en Michoacán tiene nerviosos a los tres principales partidos. Obviamente al PRD le gustaría ser confirmado en el poder; el PAN está convencido de que si gana sería una especie de referéndum para el Presidente Felipe Calderón; y el PRI quiere ganar esa entidad, bastión del PRD.
En Michoacán solo hay tres candidatos, apoyados por siete partidos. El PRI va en alianza con el Verde; el PAN con Nueva Alianza; y el PRD con el PT y Convergencia.
Mientras tanto, el próximo viernes 11 se darán a conocer los resultados de la encuesta que mandaron hacer los partidos de izquierda para definir a su candidato presidencial.
Para la encuesta se contrató a tres empresas, una escogida por Andrés Manuel López Obrador; otra por Marcelo Ebrad; y una que escogieron los partidos para supervisar el trabajo de las otras dos.
Si la encuesta favorece a Andrés Manuel López Obrador, no habría problemas de ningún tipo, pues Ebad aceptaría el resultado.
Sin embargo, si la encuesta favorece a Ebrad es altamente probable que López Obrador termine desconociendo los resultados, se queje de que es un complot en su contra orquestado por judíos, nazis, amarillos, negros, , pitufos, blancos, rojos y demás, que diga que no reconoce los resultados y que se va de candidato con el apoyo del Partido del Trabajo, del Tata y el Movimiento Ciudadano, mientras que Ebrad se iría con el PRD.
El PT y el Movimiento Ciudadano saben que si se atrevieran a participar solos en una elección no alcanzarían votos suficientes para conservar el registro, en cambio con López Obrador como su candidato presidencial podrían obtener un 5 o 6 por ciento de la votación, lo que les permitiría conservar el registro, tener algunas diputaciones y, lo más importante, asegurar el subsidio oficial que en estos momentos es de alrededor de 320 millones de pesos al año, para cada uno. Todo un mundo de dinero, para ser manejado discrecionalmente por un reducido grupo de privilegiados entre los que están Alberto Anaya y Dante Delgado. Con 320 millones de pesos se dan vida de ricos y los demás, ¡Que se jodan!
Ese es todo el meollo del asunto de porque el PT y el Movimiento Ciudadano están comprometidos con López Obrador y le toleran todo. No hay una auténtica vocación democrática, ni cuestiones de ese tipo, hay en cambio el interés de conservar privilegios, de darse vida de rey, a costa del erario público.
El día que a la chiquillada le cueste de su propio bolsillo hacer política, va a optar por dedicar su tiempo a cuestiones más redituables. Hoy en cambio, gracias a esos 320 millones de pesos que manejan a su libre albedrío, los dirigentes se dan vida de ricos y hasta el propio Andrés Manuel López Obrador se beneficia y por eso tiene seis años que no trabaja y vive todos los días en hoteles de lujo, viaja en avión y camionetas de lujo y come en los mejores restaurantes. ¡Que chulada!