Luis Alonso Vásquez
Dirección General
Martha Isabel Alvarado
Sub Dirección General
12 de enero, 2012
Tiene razón quien nos corrigió un dato erróneo que publicamos en días anteriores. La última elección que ganó la oposición en Nuevo Laredo fue en el 2000 y no en 1988 como dijimos nosotros.
El PARM ganó las elecciones de 1972, para diputado federal; en 1974, para presidente municipal; en 1985, para diputado federal; y en 1988, para diputado federal, En cambio el PAN ganó la diputación federal en el 2000.
En este recuento, mención aparte, es la elección de 1983, cuando el PAN ganó de calle las elecciones de alcalde y diputado local, pero desde el poder central se ordenó darle el triunfo al PRI y a eso de las cuatro de la tarde, cuando todavía estaba la votación, un matutino local sacó un “extra” anunciando el triunfo avasallador de los candidatos del PRI. La nota principal fue dictada, vía telefónica, desde la Ciudad de México, por el veracruzano Mario Vargas Saldaña. Eran los tiempos en los que no se podían desatender los llamados de la Secretaría de Gobernación.
Por cierto, por si le interesa, permitamos comentarle que del 2000 a la fecha, el voto de los partidos opositores al PRI ha ido a la baja, a pesar de que en esos 12 años el padrón creció en 100 mil electores.
El PAN, en el 2000 obtuvo 44 mil 668 votos en Nuevo Laredo; en el 2003, 26 mil 144; en el 2006, 42 mil 300; y en el 2009, 32 mil 478. En estos números no se incluyen los obtenidos en los municipios de la ribereña. En el 2000, el PAN obtuvo 15 mil 752 votos en la ribereña, posiblemente como resultado de que el PRI no llevaba como suplente a un ciudadano de esa zona y esto seguramente disgustó a los habitantes de esos municipios.
El voto del PRD también ha ido a la baja. En el 2000, logro 6 mil 912 votos; en el 2003, 17 mil 786; en el 2006, 27 mil 078; y en el 2009, 6,695 y eso que en estos números sí se incluyen los obtenidos en la ribereña.
En fin, ahí están los votos duros de las últimas elecciones y corresponde a los partidos decidir si los incrementan o no, resultado que lo decidirá el trabajo que realicen en las campañas, porque las campañas se ganan con trabajo en el territorio y con mucho acercamiento con los ciudadanos.
El voto de los ciudadanos está al alcalde de todos los candidatos y partidos y corresponde a esto, establecer las estrategias para convencer a los ciudadanos primero de que salgan a votar y segundo, que lo hagan a fav0re de ellos.
Por otra parte, descartada ya la visita de Andrés Manuel López Obrador a Nuevo Laredo, para quienes simpatizan con él seguramente fue lo mejor.
En su última visita, López Obrador vivió la vergüenza ajena al ver como las hermanas Diana y Esthela Chavira iniciaron una gresca a escasos metros de donde estaba y cuentan quienes ese día charlaron con el candidato presidencial de la izquierda que cuando le dieron los antecedentes de las agresoras, preguntó porqué no las habían dado de baja del partido.
Para que venga a pasar vergüenzas ajenas, mejor es que López Obrador no este en Nuevo Laredo, no al menos en este momento en que está impedido para realizar eventos públicos. Aunque eso sí, ahora que este en Tampico, seguramente este par de agresivas hermanas irán a buscarlo y a exigirle que las ayude, porque en ellas no existe la palabra humildad.